Datos publicados por la compañía muestran que, de manera intermitente, fabricó el compuesto durante seis meses del año pasado. En octubre y noviembre registró su producción más alta, con 34,000 toneladas mensuales.
Pero en diciembre, dicen fuentes internas de la estatal, la única planta productora de amoniaco salió de nuevo de operación y ahora se encuentra en mantenimiento en víspera de reiniciar actividades durante febrero próximo.
El complejo de Veracruz, inaugurado en 1968, agrupa cuatro plantas productoras de amoniaco, pero desde hace años sólo una –la VI– es la única productora del gas también utilizado en la industria plástica y de limpieza.
Esa planta es la que salió de operación a mediados de diciembre pasado.
Cosoleacaque en conjunto con los complejos de Fertinal y Agronitrogenados –las dos polémicas compras del sexenio anterior– conforman la división de fertilizantes de la petrolera, que a inicios de este año fue absorbida por Pemex Transformación Industrial, que agrupa también el negocio de refinación.
Los tres activos forman parte de un plan que buscaba revivir la industria estatal de fertilizantes, pero que hasta la fecha sólo ha dejado pérdidas a la compañía, según lo demuestran los estados financieros.
El proyecto de esta división, creada en la administración del actualmente preso Emilio Lozoya, tenía como finalidad crear una cadena de suministro: Cosoleacaque, productor de amoniaco, debía alimentar a la planta de Agronitrogenados para fabricar urea que, a su vez, debía ser suministrada a Fertinal, el complejo productor de fertilizantes fosfatados y nitrogenados.
La caída en la producción de amoniaco es un problema heredado por la actual administración federal, que ha asegurado tiene el proyecto de revivir la cadena de fertilizantes sin que hasta ahora vea éxito en sus planes.
De acuerdo con información de la petrolera, Cosoleacaque tiene una capacidad de producir hasta 1.6 millones de toneladas de amoniaco, una cifra que Pemex no ha visto en los últimos años.
El país alcanzó su producción más alta de amoniaco en 2012, con 939,000 toneladas anuales. De ahí en adelante la fabricación ha caído en picada, hasta que en 2019 se registró una producción cero del gas. Para ese año la administración de Octavio Romero Oropeza tenía la meta de llevar la producción de amoniaco a 420,000 toneladas anuales, pero quedó totalmente lejos de ésta.