Los planes de la empresa se desprenden de una nueva terminal marítima propiedad de lEnova, ubicada en Veracruz, que fue inaugurada durante el fin de semana y de la cual Valero es el cliente principal.
La terminal del puerto de Veracruz permitirá a la estadounidense suministrar combustible hacia el centro del país. El plan será completado con otras dos terminales construidas actualmente por IEnova –en Puebla y Valle de México– y otras tres terminales de Valero en Altamira, Aguascalientes y Nuevo León, esta última en sociedad con Grupo México.
“Esperamos con esta terminal poder desplazar mucho más producto y vamos a abrir nuevas plazas. El Valle de México va a ser un nuevo mercado para nosotros, yo esperaría un incremento importante en el volumen que podamos desplazar al mercado mexicano”, dice Carlos García, director de Valero en México.
El plan de la empresa refinadora se da en medio de la política energética que busca restringir la exportación e importación de combustibles, mediante una reducción a la vigencia de los próximos permisos a emitir, para así favorecer a la estatal Pemex.
Pero pese al cambio en la política, el director de Valero en México afirma que la compañía no tendrá dificultades en sus planes a largo plazo, pues antes del cambio de dirección en la política del sector les fueron emitidos los permisos de importación por hasta 20 años.
Hasta antes de la reforma energética, la importación de combustibles era una actividad exclusiva de Petróleos Mexicanos. Los privados ya han logrado arrebatarle a la petrolera nacional más del 20% de participación de mercado en esta actividad, de acuerdo con cifras oficiales.