La estatal ha dicho que la decisión se ha tomado como parte de los ajustes relacionados a hacer frente al contexto económico actual, sin detallar cuál es el monto aproximado de ahorro que podría representar esta acción.
La terminación del contrato se hará efectiva a partir del próximo jueves 4 de marzo, a nivel global y local.
Fitch Ratings es la calificadora que ha colocado a la estatal en el nivel más bajo de calificación, por debajo del definido por Standard & Poor's y Moody's
La última calificación otorgada por Fitch a la petrolera estatal, durante abril pasado, fue de ‘BB-’ desde ‘BB’ con una perspectiva de calificación estable, pero ya dentro del terreno especulativo y que indica un elevado riesgo en el cumplimiento de sus obligaciones o pagos, de acuerdo con la propia definición de la calificadora.
Fitch, como otras agencia de calificación de riesgos, ha señalado el continuo deterioro crediticio de la compañía, su gran dependencia al Estado mexicano y su poca flexibilidad al entorno actual, como parte de sus debilidades.
“El perfil crediticio individual de Pemex refleja su flexibilidad limitada para navegar en la recesión en la industria del petróleo y del gas dada su carga fiscal elevada, apalancamiento alto, aumento en costos y altas necesidades de inversión para mantener la producción y reponer las reservas”, dijo Fitch en su último reporte de calificación de la petrolera en abril pasado.
Pemex afirma en su comunicado a la Bolsa que la decisión no representa ningún riesgo para las futuras emisiones de la compañía en el mercado.
“La empresa seguirá contando con los servicios de calificaciones crediticias necesarios que exige el marco regulatorio nacional e internacional para la emisión de valores, proporcionando con ello certidumbre a los inversionistas”, dice la estatal.