Los aeropuertos tienen más ingresos y hasta son más rentables que en 2019

La recuperación del tráfico de pasajeros llevó a aeropuertos como el de Tijuana, Zihuatanejo y Los Cabos, a elevar sus ingresos y flujos operativos.
Los ingresos que mejor desempeño han sido los aeronáuticos debido a los fuertes niveles de tráfico de pasajeros, mientras los ingresos no aeronáuticos (como la renta de espacios comerciales) se mantienen débiles por una baja en el poder adquisitivo de los pasajeros.

La recuperación del tráfico aéreo en destinos turísticos y algunas de las mayores urbes del país ha llevado a varios aeropuertos a percibir más ingresos que antes de la pandemia. En Tijuana, Zihuatanejo y Los Cabos, los grupos aeroportuarios han tenido el mayor crecimiento, incluso elevando los niveles de rentabilidad de cada complejo.

De acuerdo con un análisis de Expansión de los 16 aeropuertos cuyos estados financieros son públicos, los ingresos del aeropuerto de Tijuana estuvieron cerca de duplicarse en el segundo trimestre del año, alcanzando 1,025.5 millones de pesos (mdp), 96.2% más que en el mismo periodo de 2019. Por crecimiento, le siguieron los aeropuertos de Zihuatanejo (con un crecimiento de 44%) y de Los Cabos, con un alza de 42% en los ingresos.

Entre los aeropuertos que incrementaron sus ganancias destaca el caso de Cancún, el que más ingresos genera de la muestra analizada, sumando 2,296.8 mdp en el segundo trimestre del año, un crecimiento de 4.2%.

Alejandra Marcos, analista de Intercam, explica que este dinamismo está ligado a la recuperación de tráfico aéreo, lo que también ha llevado a un alza de los ingresos y los márgenes de ganancias.

“En casos como el de Tijuana y Cancún la recuperación fue mucho más rápida. En Cancún ya tienes el mismo nivel tráfico comparado con cifras de 2019, lo mismo sucede a Tijuana”, refiere.

Varios aeropuertos incluso han mejorado sus indicadores de rentabilidad. Al comparar los flujos operativos –o Ebitda– de los complejos, el de Mazatlán muestra el mayor incremento (83.1%), seguido de otros de mediano volumen como Ciudad Juárez 54.6%) y Zihuatanejo (53.4%).

En cuanto a los aeropuertos de mayores ingresos y tráfico, Cancún aún presenta una caída en el Ebitda respecto a niveles prepandemia (de 1.8%), pero en otros como Monterrey y Tijuana también hay incrementos.

Parte de estos resultados se dan a raíz de mayores volúmenes de pasajeros, explica Marcos. Sin embargo, no todos los ingresos mantienen el mismo ritmo de recuperación. En particular, los ingresos no aeronáuticos –aquellos que se desprenden de los establecimientos de duty free, de pago de publicidad o renta de espacios comerciales, entre otros– se han mantenido presionados. Ha sido el caso de Tijuana, que pese a crecer 25.6% en ingresos aeronáuticos por tener más pasajeros, aún registra una caída de 2.6% en los ingresos no aeronáuticos.

El desempeño de los complejos llevó a los grupos aeroportuarios a registrar un trimestre de buenos resultados. En el periodo, Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP, que tiene las concesiones de Tijuana y Los Cabos, entre otros) tuvo un incremento de 11.3% en sus ingresos respecto a 2019 y de 18.8% en su utilidad neta, mientras Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur, que tiene entre sus aeropuertos el de Cancún y el de Mérida, entre otros) aumentó sus ingresos en 3.9%, aunque tuvo una utilidad neta inferior en 13%.

Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA, con los aeropuertos de Monterrey y Ciudad Juárez, entre otros) tuvo un incremento de 0.6% en sus ingresos y una disminución de 26.9% en su utilidad neta, presionado por contar con un portafolio de complejos más orientado a viajes de negocios y aeropuertos medianos.

Esto principalmente se relaciona con que la capacidad de compra de los usuarios de los aeropuertos no se ha recuperado por completo, indica Marcos.

“El destino debe tener uno de dos componentes: ser un destino de negocios, como Monterrey, o uno turístico, como Cancún. Los aeropuertos medianos no cumplen con ninguna, no tienen esa escala suficiente”, señala la especialista de Intercam.

Para el resto del año aún se espera un entorno volátil, principalmente por los niveles contagios y las nuevas variantes, como Delta.

“Podríamos ver un poco de volatilidad en este segmento durante la última mitad del año, dependiendo de como se dé el desarrollo de las nuevas cepas de la pandemia”, refiere la firma BX+ en un análisis del segundo trimestre del año.