Durante la semana pasada, el órgano regulador aceleró la celebración de sesiones del pleno para facilitar en el plano regulatorio la puesta en marcha de la nueva filial de Pemex. En una semana, la CRE aprobó un acuerdo de emergencia, modificó tres permisos a la petrolera estatal y le otorgó otros dos más para permitir el inicio de las pruebas de distribución el viernes pasado y las operaciones formales el martes de esta semana.
Pero durante las sesiones del pleno, el regulador no aprobó ni negó ninguna solicitud del sector privado relacionado con la venta de gas licuado de petróleo. El listado da cuenta que algunos de los permisos de compañías privadas que buscan ser modificados están en espera de ser discutidos desde septiembre de 2018 y hay solicitudes de nuevos otorgamientos desde junio de 2019.
De acuerdo con los lineamientos del organismo, el proceso de emisión de permisos debe tener una duración máxima de 90 días hábiles. La mayoría de las solicitudes son proyectos que consisten en sistemas de expendio al público, permisos de distribución de gas LP en planta de distribución y por medio de autotanques.
La última vez que el regulador aprobó permisos a privados para el mercado de gas LP fue en febrero pasado, de acuerdo con un revisión a las actas de las sesiones que ha celebrado la Comisión durante este año.
El presidente ha asegurado que la entrada en marcha de la nueva filial de Pemex tiene como finalidad aumentar la competencia en el mercado de distribución del combustible, que en los últimos meses ha registrado precios récord, que buscan ser frenados con la nueva política de precios máximos.
Este no es el único sector que ha visto pausadas la emisión de permisos. La Comisión también ha ralentizado la aprobación de autorizaciones para nuevas estaciones de venta de gasolinas y para generación de energía eléctrica.
