Desde el primer paquete de egresos, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha aumentado de manera progresiva el presupuesto a la petrolera estatal.
Dentro de los documentos, la Secretaría de Hacienda no considera inyecciones de capital para la compañía, como lo ha hecho en años pasados como parte de la búsqueda para sanear sus finanzas y reducir su pesada deuda, que ya se sitúa por encima de los 115,000 millones de dólares.
Pero, la administración federal si ha decidido reducir la Tasa de Utilidad Compartida (DUC) al 40%. Se trata del impuesto más significativo que paga la compañía por la extracción de crudo y considerada su mayor carga fiscal.
La reducción de esta tasa es la principal apuesta del gobierno mexicano por devolver competitividad a la compañía. Con la disminución de este impuesto, la carga fiscal de la compañía será cercana a la que tienen otras empresas estatales de petróleo.
Desde el inicio de este sexenio, Hacienda ha ido reduciendo –principalmente mediante decretos presidenciales– la tasa que paga la compañía. En 2019, la tasa DUC era de 65% y para este año ya se ha reducido a 54%.
La reducción de este impuesto –que hasta los últimos años ha representado entre el 70 y 80% de los impuestos que paga la compañía– va en línea con la”despetrolización de las finanzas y con las disminuciones ya implementadas en 2020 y 2021”, según se lee en el documento de Hacienda. “La propuesta permitirá generar un cambio estructural en la carga fiscal de la empresa y liberar permanentemente recursos para la inversión productiva que fortalezcan su posición financiera en el mediano y largo plazos, así como fortalecer la posición financiera del Gobierno Federal y promover así la estabilidad macroeconómica”.
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