Hasta ahora, la CRE regula a los participantes del mercado eléctrico, incluído a la estatal CFE y al resto de los privados que son parte del mercado desde antes y tras la emisión de la reforma de 2013. Pero sus funciones rebasan las de regular las actividades de generación eléctrica, también marca la pauta en los mercados del gas LP, gas natural y las estaciones de servicio de venta de gasolina y otros combustibles, desde dar y quitar permisos, hasta fijar los precios en el caso del gas LP.
Sus funciones, según se lee en la iniciativa, pasarían a ser parte de la Secretaría de Energía, que con este cambio tomaría el papel de regulador entre los participantes del mercado y al frente de las autorizaciones necesarias para que cualquiera nueva compañía comience un nuevo proyecto. Esto ya era ejercido de manera tácita, desde finales de 2019, cuando Leopoldo Melchi, un hombre cercano a la secretaría Rocío Nahle, fue nombrado como titular del regulador. Entonces el gobierno federal ordenó a los comisionados cesar la emisión de nuevos permisos para generación eléctrica y nuevas gasolineras.
En tanto, la CNH atiende a una parte del mercado que es muy ajena al relacionado con la estatal CFE. El regulador se ha convertido en el administrador y supervisor de los contratos que se dieron en las rondas petroleras a compañías privadas y a la estatal Pemex.
En apariencia, la comisión dirigida por Rogelio Hernández no tiene relación con el mercado eléctrico y su propuesta de desaparición podría ser interpretada como una oportunidad para culminar con el proceso de debilitamiento de los reguladores del sector energético, que comenzó hace unos años. Pero los especialistas consultados apuntan a que la propuesta para eliminar a la CNH se encamina a una serie de cambios que sucederán a esta reforma y que buscarán modificar la dinámica del sector petrolero.
Ambos organismos fueron pensados como entes de naturaleza técnica, cuyo actuar estuviera apartado del quehacer político. “Lo que se está haciendo es desaparecer esa separación que había de los ciclos políticos y sujetar las decisiones de Sener como regulador del sector a la voluntad del gobernante en turno, porque finalmente el secretario de Energía es un nombramiento directo del presidente”, dice Ana Lilia Moreno, investigadora de México Evalúa.
Los reguladores –especialmente la CRE– han sido acusados durante todo el sexenio de favorecer a las compañías privadas y de haber autorizado centenas de permisos para que la estatal CFE perdiera participación dentro del mercado, tras la reforma del sexenio pasado. La escena más álgida se dio entre Guillermo García Alcocer y el presidente López Obrador, después de que el primero criticó las nominaciones de quienes más tarde ocuparon un lugar como comisionados, lo cual provocó su salida anticipada del regulador.
El presidente había pedido hace cerca de un año a los reguladores sumarse a su propuesta de fortalecer a las dos empresas estatales de energía. En julio de 2020, les envió un memorándum en el que les pide privilegiar a las dos compañías estatales, Pemex y CFE, por encima de la iniciativa privada, lo que les fue refrendado en un par de reuniones en Palacio Nacional. El objetivo de estas reuniones fue diseñar una estrategia para devolver la rectoría de la política energética al Estado y así evitar el impulso de una reforma constitucional. Pero esta última ya llegó y busca hacer de lado el sistema regulatorio que fue impulsado desde hace más de 20 años.
La reforma constitucional se vuelve así el intento más agresivo del Ejecutivo para eliminar a los organismos, pero su actuar ya estaba debilitado desde hace varios años. Ambos reguladores han visto reducido su presupuesto anual de manera constante y con ello su nómina se ha adelgazado en alrededor de 20% desde que inició el gobierno federal. Los principales puestos de la CRE han sido ocupados por ex funcionarios relacionados con Pemex y CFE, mientras que la CNH no ha completado su quórum de comisionados desde que inició el sexenio.