Los operadores de telecomunicaciones experimentaron caídas en sus ingresos por equipos de telefonía durante el tercer trimestre del año. América Móvil vio un descenso de 16.2%, mientras que los de AT&T y Telefónica fueron de 8.5% y 9.4%, respectivamente.
Esta disminución de ventas de teléfonos se debe, principalmente, a un tema económico: los usuarios priorizan la compra de artículos de primera necesidad respecto a un smartphone, explican los especialistas consultados. Y a ello hay que sumar que muchos consumidores adquirieron el año pasado algún equipo para continuar sus actividades por la crisis sanitaria.
“Este segmento crecía al ritmo de la economía, incluso más rápido. Ahora estamos viendo una modificación de hábitos de consumo, la gente está ampliando sus periodos de remplazo [de smartphones] por la crisis sanitaria”, afirma Rolando Alamilla, gerente de investigación de mercado en la consultora The Ciu.
Antes de la pandemia, los usuarios renovaban sus equipos telefónicos cada 24 meses en promedio, pero con los cambios de hábitos, ahora tardarán más tiempo en adquirir un nuevo aparato.