Baker Hughes ha descartado la existencia de un conflicto de interés relacionado con sus negocios en México y la casa en la que vivió el hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador y que, de acuerdo con investigaciones periodísticas, pertenece a un ex directivo de la compañía de servicios petroleros.
Bob Perez, el vicepresidente para México y Latinoamérica de la empresa, dijo esta noche que Baker Hughes recurrió a una investigación independiente para definir la probable existencia de irregularidades en sus negocios en México, que involucran a la estatal Pemex. “Les puedo decir que no encontramos ni un conflicto de interés ni nada irregular, [todo está] totalmente de acuerdo con las leyes mexicanas y las prácticas de esta empresa”, dijo el directivo esta noche en una conferencia de último momento convocada por Pemex.
Hace unas semanas, una investigación de Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad reveló que José Ramón López Beltrán y su familia habitaron en una casa de Houston, Texas, que pertenece a Keith Shilling, un ex alto directivo de Baker Hughes, que mantiene contratos con Pemex.