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Rusia, Ucrania y la falta de chips: ¿cómo afectará el despliegue de 5G?

Una escalada del conflicto provocará un corte en los envíos de materiales desde Rusia y Ucrania necesarios para la producción de los semiconductores, lo cual afectará el abasto de smartphones.
mar 01 marzo 2022 05:00 AM
La fabricación de semiconductores es compleja. Un chip tarda entre 12 y 16 semanas desde el pedido hasta el envío.
Ucrania es el principal productor de gas neón, el cual es vital para los láseres para la producción de los chips. Mientras que Rusia envía paladio a nivel mundial, necesario para crear sensores.

El conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania corre el riesgo de impactar a la industria de los semiconductores, un elemento principal para la fabricación de artículos tecnológicos, electrodomésticos y vehículos. Prolongar el desabasto de este componente, que inició a finales de 2020, tendrá consecuencias sobre la disponibilidad y precio de los smartphones, necesarios para el despliegue del 5G.

De acuerdo con la consultora Techcet, Ucrania es el principal productor de gas neón al proveer el 90% de este material, el cual es vital para los láseres para la producción de los chips. Mientras que Rusia envía el 33% del paladio a nivel mundial. Este elemento químico se utiliza para crear sensores y memoria emergente de los chips.

Raúl Parra, analista de la consultora Digital Policy Law, explica que si bien no se vislumbra un impacto en el corto plazo, la evolución de la tensión geopolítica entre ambas naciones determinará el futuro de la producción de chips, en donde una escalada del conflicto y la imposición de sanciones severas a Rusia provocarán un corte de provisión de materiales. “Las implicaciones serían una eventual disminución o retraso en los envíos de smartphones, como ya vimos en los últimos meses de 2020 y a lo largo de 2021”, comentó Parra.

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Los analistas proyectaron a principios de año que la cadena de suministro de chips lograría equilibrarse rumbo al segundo semestre de este año, para finalmente normalizarse en 2023, pero el conflicto armado entre Rusia y Ucrania puede modificar estas estimaciones. Una nueva ola de desabasto de productos tecnológicos puede elevar su precio, como ocurrió el año pasado cuando los smartphones y las computadoras subieron casi 10%.

“Las tensiones geopolíticas hace más difícil establecer proyecciones de recuperación, por eso tenemos que estar atentos a lo que pase con este tema de Rusia y Ucrania y la participación de todos los actores y organismos internacionales”, comenta el analista de Digital Policy Law.

La falta de chips y abasto de dispositivos aún golpea a las compañías de telecomunicaciones. En el cuarto trimestre de este año, Telcel admitió que la escasez de teléfonos en la época navideña impactó a sus ingresos por equipo al caer 13.9%. El conflicto entre Rusia y Ucrania podría seguir afectando este segmento de las empresas.

En el caso de 5G, cuyo despliegue ya empezó en México, el experto precisó que si la cadena de suministro se ve afectada, la venta y adopción de dispositivos de quinta generación mermarían.

La falta de chips que inició a finales de 2020 generó un debate sobre la concentración de producción de semiconductores en una sola región: Asia. Por ello, empresas y gobiernos a nivel mundial buscaron diversificar la fabricación de estos microcomponentes para evitar una nueva escasez.

Pero la fabricación de semiconductores es compleja. Un chip tarda entre 12 y 16 semanas desde el pedido hasta el envío. Actualmente la entrega de un microcomponente puede tomar entre 30 semanas y en algunos casos específicos hasta 40 semanas.

“Las empresas han empezado a vislumbrar alternativas de dónde obtener esos materiales esenciales para la fabricación de los chips y de los aparatos tecnológicos”, explicó Parra.

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