Para Eda Martínez, presidenta del Consejo Mexicano de Cannabis y Cáñamo, la aprobación de la Ley Federal para la Regulación del Cannabis se ha convertido en una carrera de resistencia más que de velocidad. El Senado de la República ha puesto en pausa la aprobación de una ley que, además de legalizar el uso lúdico de la planta, podría fortalecer el camino para una industria que en México comienza a tomar impulso.
En México el uso medicinal del cannabis es legal desde 2019, y desde el 12 de enero de 2021 cuenta con una regulación. Sin embargo, aún hay un camino largo por avanzar, pues el desarrollo industrial de la planta, además de su cadena productiva, son temas que no han sido considerados y de los que dependerá el futuro del sector.
Por ahora, en México aún no está claro lo que ocurrirá con los permisos de siembra y cosecha para la cannabis, y por tanto, los productores agrícolas están quedando fuera de la cadena de suministro para la industria farmacéutica nacional. A ello se suma la falta de reglas para los usos industriales de la planta o la investigación agronómica alrededor de ella, cuya discusión ha sido pospuesta en diversas ocasiones por el legislativo.