El documento gira en torno a tres ejes principales: la negativa a dar más concesiones; la prohibición de la participación del capital privado en la explotación y comercialización del mineral; y la creación de una empresa estatal –a la que el presidente ha comparado con la CFE– que liderará las actividades relacionadas con el mineral, considerado como estratégico.
“La exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio quedan exclusivamente a cargo del Estado, y se llevarán a cabo por el organismo público descentralizado que determine el Ejecutivo Federal”, dice el decreto.
Pese a la salida del documento, aún queda pendiente la publicación del decreto sobre la creación de la nueva compañía que estará a cargo del mineral, así como el resto de reglamentos que darán claridad sobre los detalles de la puesta en marcha de la legislación. En el Diario Oficial de la Federación se señala que el Ejecutivo tendrá 90 días hábiles a partir de mañana para emitir el instrumento de creación del nuevo organismo bajo la Ley Federal de Entidades Paraestatales.
La aprobación y publicación del documento se da como parte de un plan alterno que tiene el presidente para impulsar su visión en materia energética después de que su iniciativa para reformar la Constitución no alcanzó la mayoría calificada en Diputados el domingo pasado. Y mientras, sus cambios en materia de política eléctrica continúan en el limbo pese a la decisión de la Suprema Corte por mantener algunas de las modificaciones más álgidas dentro del marco jurídico.
La publicación del cambio a la Ley Minera se da en medio de una serie de críticas de la oposición y algunos especialistas en el tema, quienes dudan de la capacidad tecnológica y financiera del Estado para liderar la explotación del mineral, además de emitir algunos señalamientos de violación a tratados comerciales internacionales por adherir una nueva actividad reservada al Estado tras la firma de los compromisos.