En diciembre del año pasado, la empresa presidida por Mónica Aspe hizo el lanzamiento oficial de sus primeras pruebas de 5G en la CDMX: en la Torre Diana y en la colonia Nápoles, en donde habilitó 50 dispositivos móviles para que puedan conectarse a dichas redes.
La directiva aseguró que la quinta generación en redes no se trata solo de implementar una tecnología, sino la posibilidad de que México sea más competitivo a nivel mundial, ya que permitirá ser desarrollar un ecosistema emprendedor que ayudará a cerrar las brechas sociales económicas y digitales que aún mantiene el país.
“Si México quiere mantenerse y crecer como un jugador en el contexto económico global en el futuro, tiene que trabajar en desarrollar un entorno que explote los beneficios de 5G”, aseguró la directiva.
En este sentido, Rodríguez acotó que es necesario un ecosistema que impulse la innovación incluyendo políticas públicas para generar competencia e inversión, ya que 5G requerirá 30% más inversión de lo que inyectó la compañía para desarrollar 4G.
Y es que la compañía reconoció que los principales retos son: el alto costo del espectro y la alta concentración del mercado.
Por su parte, Héctor Marín, director senior de asuntos gubernamentales en Qualcomm México, explicó que otro reto que enfrentan los operadores de telecomunicaciones es la falta de homologación de permisos para desplegar infraestructura, por ello, urgió una coordinación de los tres niveles de gobierno (estatal, municipal y local) para que se pueda agilizar la instalación de infraestructura.
Trabajar con la autoridad y los reguladores para facilitar que las políticas públicas ayuden a todo este contexto para ser un promotor
“Debe haber una coordinación en los tres niveles de gobierno, para la instalación de los sitios y las tecnologías inalámbricas que requieren de sitios, para las radiobases, antenas que trasmiten a través del espectro y esto sitios en ocasiones tienen que cumplir con requisitos que son a nivel federal, estatal y local y muchos municipios de nuestro país tiene diferentes requerimientos para instalar, unos cobran otros no, no está estandarizado y esto genera muchos retos cuando un operador quiera implementar esta tecnología”, explicó Marín.