La decisión del gobierno mexicano se basó en un análisis de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y que tomó en cuenta variables que solo podían ser cumplidas por la estatal mexicana.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, congeló la apertura del mercado energético a las empresas privadas que había adelantado el gobierno que le precedió al suspender las subastas y otorgar a las empresas estatales, incluida Pemex, un papel más relevante en la industria.
La disputa sobre Zama es una de varias en las que inversionistas estadounidenses alegan violaciones de los acuerdos energéticos firmados antes de la elección de López Obrador en 2018.
Después de decir que la decisión de México sobre Zama fue una violación del T-MEC y de un tratado bilateral de inversión con Estados Unidos, Talos está ahora involucrada en conversaciones que podrían dar al consorcio que lidera mayor poder de decisión en el desarrollo del proyecto.
Se espera que las discusiones continúen durante varias semanas, dijo una de las fuentes.
"(El arbitraje) todavía está sobre la mesa, pero Talos no lo está persiguiendo en este momento", dijo una de las fuentes. "Realmente está haciendo todo lo posible por llegar a un acuerdo sobre cómo se puede operar el proyecto de manera que Talos tenga un rol significativo", agregó.
La decisión se produjo tras una reunión clave en abril encabezada por el presidente López Obrador y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, que dio inicio a las conversaciones de alto nivel, según una de las fuentes.
Las discusiones, que incluyen a ejecutivos de Talos y funcionarios de la Secretaría de Energía de México, han planteado la posibilidad de que, incluso con Pemex como operador, el productor estadounidense y sus socios Harbor Energy y Wintershall Dea tengan una voz fuerte en el desarrollo técnico y comercial del campo, dijeron las fuentes.
El consorcio ha invertido casi 350 millones de dólares en el proyecto. Talos tiene una experiencia más amplia que Pemex operando en aguas de 150 metros de profundidad y más.
Talos, con una participación del 17.35% en el campo unificado, buscaba ser nombrado operador, con la responsabilidad principal de determinar cómo desarrollar mejor el hallazgo, uno de los más destacados del mundo en aguas someras. Citó su "historial constante de éxito, seguridad y progreso" desde el descubrimiento del 2017.
Talos y sus socios han continuado las conversaciones con Pemex sobre los aspectos técnicos de un plan de desarrollo conjunto que debe presentarse al regulador petrolero de México hasta 12 meses después de la selección del operador, dijeron dos de las personas consultadas.
La aprobación del plan es un paso crítico hacia la autorización prevista en 2023 de importantes compromisos, lo que se denomina decisión final de inversión. No obstante, persisten obstáculos para acordar dos aspectos clave: financiamiento del proyecto y el reconocimiento por parte de Pemex de la inversión hecha hasta ahora por el consorcio, dijo una de las fuentes.
Talos declinó comentar. Pemex no respondió a una solicitud de comentarios por parte de Reuters.
La compañía, que es el mayor operador independiente en la costa estadounidense del Golfo de México, con una producción este año de hasta 64,000 barriles diarios, ve a Zama como un gran proyecto para la exportación de petróleo y gas.
Pemex, por su parte, está bajo presión para aumentar el procesamiento de crudo en sus refinerías locales, pero continúa enfrentando dificultades ante su limitado flujo de caja, lo que ha retrasado sus planes de perforar en aguas adyacentes al Bloque 7 del consorcio.
Se espera que el desarrollo incluirá dos instalaciones fijas de producción para manejar 150,000 barriles de petróleo y gas por día (bpd). La ubicación de Zama la convertiría en la instalación de producción costa afuera más profunda instalada en México.
"Zama es un proyecto valioso en el portafolio de la compañía", dijo el presidente ejecutivo de Talos, Timothy Duncan, durante una presentación de resultados trimestrales este mes.
"Talos continúa teniendo un diálogo constructivo con Pemex sobre cómo podemos llevar este proyecto hacia la decisión final de inversión de la manera más atractiva desde el punto de vista comercial", agregó.
El campo podría producir más de 160,000 barriles por día una vez completamente desarrollado y generar unos 30,000 millones de dólares en ingresos para México, además de la participación de Pemex en el proyecto, dijo Talos.