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El retraso en la entrega de vehículos de carga impacta a empresas de consumo

Para empresas como Bachoco, la caída en la producción de vehículos pesados se ha traducido en una capacidad de transporte insuficiente para atender la creciente demanda de sus productos.
mar 28 junio 2022 04:00 AM
(Cartón de huevo)
La industria de alimentos crece. El último reporte financiero trimestral de Bachoco mostró un incremento en su flujo operativo de 20.7%

Bachoco solicitó a finales del año pasado 45 tractocamiones para el traslado de su mercancía en México; sin embargo, solamente ha recibido siete. Al preguntarle a sus proveedores sobre cuánto tardará en llegar un vehículo de carga si se compra esta semana, responden que sería hasta 2023, sin dar mayor información sobre algún mes en específico.

Un trabajador de la empresa en el área de logística indicó a Expansión que la creciente demanda de alimentos los llevó a buscar más vehículos para transportar los productos, pero la falta de unidades está impactando tanto a esta compañía, como a otras del sector de consumo como Lala y Alpura.

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La falta de semiconductores para el ensamblado de vehículos está mermando la producción tanto de los ligeros como los de carga. En el caso de estos últimos, los tiempos de entrega se han prolongado hasta un año, cuando antes de la pandemia por covid-19 eran de entre uno y tres meses.

A inicios de 2021, los proveedores comentaron a Bachoco que, por las rupturas en las cadenas de suministro a nivel global, entregarían solamente la mitad de los 45 vehículos pedidos. Pese a ello, nada más llegaron a sus instalaciones siete unidades.

“Las industrias de alimentos han estado creciendo. Bachoco sigue creciendo por tener una proteína que es la más accesible en costos para los mexicanos. Nos estamos viendo en aprietos, porque no tenemos ruedas, no podemos adquirir esas ruedas para el crecimiento”, aseveró.

De acuerdo con el reporte financiero de la empresa, su flujo operativo en el primer trimestre sumó 3,517 millones de pesos, lo que significó un incremento de 20.7% respecto al mismo periodo de 2021, lo que expone un negocio con conducta ascendente.

El trabajador de Bachoco añadió que empresas como Lala y Alpura, importantes jugadores en la industria de alimentos en México, están en una situación similar: con una empresa en ascenso y sin medios para continuar con la cuesta arriba.

Expansión se puso en contacto con las empresas antes mencionadas, pero hasta la publicación de este texto no ofrecieron comentarios.

México destaca por ser el quinto productor de vehículos de carga a nivel global. De enero a mayo se ensamblaron 73,957 vehículos pesados en el país, lo que significó un avance de 10.6% frente al mismo periodo un año antes, pero los niveles siguen estando por debajo de los previos a la pandemia.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que muestra cifras a partir de 2018, el mejor año para el sector en niveles de producción fue 2019.

Por lo anterior, los vehículos pesados ensamblados en los primeros cinco meses del año están 14.4% por debajo del mismo periodo de 2019, cuando se ensamblaron 86,434 unidades.

El colaborador de la empresa añadió que, además de la falta de semiconductores, los proveedores sufren escasez de refacciones. Este panorama ha llevado a Bachoco a tener mayores costos de mantenimiento y correctivos para las unidades ya existentes.

“Así estamos todas las empresas. Tenemos vehículos que estamos sosteniendo más allá de nuestras políticas de reposición, lo que nos está implicando más inversión para sostener esas unidades en mantenimientos correctivos, tener más tiempo las unidades en piso, en los talleres, por el uso y el tipo de servicio y también nos estamos enfrentando a esa falta de suministro de refacciones, componentes”, argumentó.

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¿Qué está pasando? Esto explican los productores

Desde la perspectiva de Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), que agrupa 14 empresas fabricantes como International, Isuzu y Kenworth, esto se debe a la falta de sincronía que hay entre las unidades ensambladas y la demanda.

Mientras el año pasado incidía solamente la falta de semiconductores, hoy en día también impactan otros faltantes en las cadenas de valor, como llantas.

“Sí existe una desincronización en las cadenas de suministro que afecta la oferta y dificulta que se complete la recuperación económica. Empezamos con el tema de los semiconductores, pero ahorita puede ser una llanta o un vidrio, un cristal o el elevador de algún vidrio”, explicó.

Agregó que, para el segundo semestre de este año y principios del siguiente, prevé que disminuya la incertidumbre que hay en torno a la cadena de suministro del sector.

Otro factor que limita la oferta en el mercado local es que la recuperación económica llegó primero a Estados Unidos y Canadá, de tal forma que, para recibir las unidades salientes de las líneas de producción “se formaron en la fila primero” aquellos países. "Entonces no es de que se le dé prioridad, es de cómo te tocó en la fila”.

De acuerdo con datos del Inegi, se destinaron a exportación 61,401 vehículos pesados de enero a mayo, lo que resultó en un incremento anual de 7%. Estados Unidos fue el principal receptor, con una participación de 94.4% del total.

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