La empresa se mantiene a la expectativa de la evolución del conflicto geopolítico en Europa del Este para poder reanudar las exportaciones de granos desde esa región. En febrero pasado Gruma paró las operaciones de la planta productora de tortillas y harina de trigo y maíz que tiene en Odesa, Ucrania, en la que trabajan cerca de 500 empleados.
Desde el estallido del conflicto, el mercado de los granos se ha mantenido altamente inestable. El último mes y medio fue particularmente volátil. En el mercado de granos de Chicago, referencia de precios a nivel mundial, los commodities saltan más de 10 dólares entre jornadas, para luego bajar con la misma facilidad que subieron.
Esta volatilidad ha impactado el desempeño financiero de las empresas. Gruma reportó un incremento de 21% en el costo de ventas, a 872.1 millones de dólares, como resultado del impacto inflacionario en las materias primas, un aumento en los costos de mano de obra, principalmente en los Estados Unidos, y un mayor volumen de ventas. Como porcentaje de ventas netas, el costo de ventas pasó de 64% a 65.2% , precisó la empresa.
Gruma reportó en el segundo trimestre una baja en su utilidad neta de 11% hasta los 68.3 millones de dólares, respecto al mismo periodo de 2021, de acuerdo con los datos de su estado financiero.
El flujo operativo de la compañía decreció 0.1% al ubicarse en 186.6 millones de dólares durante el segundo trimestre del año, frente a los 186.7 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.
Las ventas de la productora aumentaron 19% a 1,337.4 millones de dólares, desde los 1,128 millones de dólares del mismo lapso de 2021. El volumen de ventas aumentó 2% a 1,078 mil toneladas métricas, impulsado por la división en los Estados Unidos. Esta tendencia impulsó a la empresa mexicana a destinar 67 mdd para ampliar su capacidad instalada en ese mercado.