La supuesta fuga de metano provocó un nuevo escrutinio sobre Pemex, la compañía petrolera más endeudada del mundo y que está bajo una presión cada vez mayor por su historial ambiental.
La petrolera dijo en un comunicado divulgado la noche del miércoles que un estudio realizado por un tercero autorizado por la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) reveló que no había habido grandes emisiones de metano.
"Las emisiones de gas a la atmósfera en el Centro de Proceso Zaap-C que sucedieron de manera extraordinaria, tuvieron una concentración de 22% de gas metano, ya el resto se compone de nitrógeno y otros gases", informó Pemex.
Agregó que las imágenes captadas por los satélites referidas en el artículo de investigación fueron consideradas de manera incorrecta.
"La compañía SOLAL-GENERMASA (contratada por ASEA) determinó en su estudio con las condiciones reales de la operacion del Centro de Proceso Zaap-C, que la emisión de metano fue de 2,224 toneladas que corresponde al 5% de los publicado por el artículo señalado", agregó el comunicado.
Pemex dijo que las emisiones fueron un "evento extraordinario" por las condiciones meteorológicas del momento -que no especificó en su comunicado- que apagaron el quemador por algunas horas.
Contactados por Reuters, los científicos detrás del estudio rechazaron la declaración de Pemex y dijeron que explicarían sus hallazgos con más detalle a su debido tiempo. "Por el momento, podemos decir que las afirmaciones de Pemex no tienen sentido por una serie de razones, y no debería ser un problema mostrar eso", afirmaron en una respuesta escrita enviada a Reuters.