En el periodo, los ingresos consolidados de la compañía fueron de 40,045 millones de pesos, un 13% superiores a los del tercer trimestre de 2021. Sin embargo, el flujo operativo (o EBITDA, por su sigla en inglés) fue de 4,119 millones de pesos, una caída de 26%.
Los ingresos financieros aportaron la mayor proporción de este crecimiento, al registrar un alza de 19%, principalmente impulsados por las ventas de Banco Azteca. Mientras, las ventas comerciales crecieron un 5%.
Esto resultó en una utilidad de operación de 1,802 millones de pesos, un 48% inferior a la alcanzada en 2021.
Por otra parte, los costos consolidados del trimestre fueron de 18,653 millones de pesos, en comparación con los 16,855 millones del año previo.
“El crecimiento se explica por incremento de 21% en el costo financiero —derivado de mayor creación de reservas preventivas de crédito, en el contexto de sólido dinamismo de la cartera bruta consolidada, así como mayores intereses pagados, en línea con tasas de mercado crecientes— e incremento de 5% en el costo comercial, congruente con mayores ingresos por venta de mercancías”, dijo la empresa.