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Las consultas energéticas se vuelcan hacia el mercado de hidrocarburos

Las diferencias relacionadas con el mercado eléctrico habrían pasado a segundo término durante las últimas conversaciones entre México y sus socios comerciales, según fuentes.
mié 07 diciembre 2022 12:45 PM
Pemex
El campo Zama sería uno de los tópicos principales de las discusiones, de acuerdo con fuentes.

México y sus dos principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, se han vuelto a reunir desde hace unos días para retomar el proceso de consultas sobre el sector energético y en las últimas conversaciones el mercado petrolero y de hidrocarburos se ha enmarcado como el principal tema a discutir, según han relatado fuentes a Expansión.

Las negociaciones nunca estuvieron del todo detenidas, pero los gobiernos se tomaron una ligera pausa durante octubre, a petición del gobierno estadounidense, que en ese momento estaba próximo a enfrentarse a las elecciones intermedias, según las fuentes.

Las mesas de trabajo, que se instalaron después de que en julio Canadá y Estados Unidos enviaron un aviso para acceder a este mecanismo al gobierno mexicano, se reanudaron la semana pasada en la Ciudad de México. A la par, la delegación mexicana, liderada por la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, viajó a Washington para acordar una nueva ronda de consultas y así intentar evitar recurrir a un panel internacional para solucionar los desacuerdos. Las conversaciones continuaron durante esta semana.

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Ahora que se han retomado las discusiones, los temas relacionados con el mercado eléctrico –que hasta ahora se ha colocado como el punto más ríspido en el discurso público– han quedado de lado, y las conversaciones se han centrado en el sector petrolero. La semana pasada, la oficina de comunicación de la Secretaría de Economía dio a conocer que México había puesto sobre la mesa el establecer grupos de trabajo trinacionales, que sesionarían durante diciembre y principios de enero.

Canadá y Estados Unidos han hecho públicos dos puntos relacionados con el sector de hidrocarburos en los que están en desacuerdo con el gobierno mexicano: la ausencia de nuevos permisos y una extensión de plazo que dio el regulador a Pemex hace unos años para que la estatal cumpla con una norma que le exige producir, distribuir y vender diésel limpio en todo el país. Sobre el primero, la Comisión Reguladora de Energía ha comenzado a liberar autorizaciones para nuevas estaciones de venta de gasolina después de que los gobiernos de ambos países mostraron su desacuerdo, algo que se ha interpretado por el sector como una señal política que ayude en las negociaciones.

Zama, un campo polémico

En las últimas discusiones, otro tema se ha tratado de manera peculiar: la operación del campo Zama, el activo petrolero que fue descubierto hace unos años por compañías privadas, cuya operación le fue otorgada por la Secretaría de Energía a la estatal Pemex. La estadounidense Talos Energy –la operadora de uno de los bloques en donde está el yacimiento– ha mostrado desacuerdo y un punto por el cual ha amagado con recurrir a un arbitraje internacional.

Estas conversaciones sobre el campo se estarían dando a la par de que Pemex, Talos y el resto de las compañías que tienen interés de participación en Zama, afinan los últimos detalles sobre los términos comerciales para operar el yacimiento, han dicho fuentes cercanas a las conversaciones.

Las fuentes cercanas al proceso de consultas no dieron detalles sobre los puntos que se están tratando conversaciones que se están dando en torno al campo Zama. “Ahora hay puras consultas jurídicas de alto nivel”, mencionó una de las fuentes.

El presidente López Obrador ya había revelado en julio pasado que el conflicto para definir la operación del campo está vinculado con el proceso de consultas iniciado por Estados Unidos, aunque el gobierno estadounidense no mencionó el tema en la carta que hizo pública cuando anunció que recurriría al mecanismo contenido en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). “Ahí (en Zama) hay una diferencia. Tenemos un asunto no resuelto, es por lo que se están dando éstas consultas, pero nosotros no podemos entregar el patrimonio de nuestro país, tenemos que cuidarlo”, dijo el presidente en una de sus conferencias.

Fuentes cercanas al proceso de negociación del campo Zama han explicado a Expansión que la estadounidense Talos Energy se ha mostrado en constante desacuerdo con cómo se llevó el proceso de asignación de la operación a Pemex, aunque el resto de las compañías que conforman el consorcio han optado por una postura más neutral al respecto.

El gobierno mexicano ha insistido que sus decisiones respecto al mercado petrolero están blindadas con el capítulo 8, que fue adherido de último momento en el T-MEC a petición del presidente mexicano. El capítulo apenas se compone de cinco párrafos y en éste se colocaron algunas palabras en las que ahora el mandatario basa su principal defensa: “México se reserva su derecho soberano a reformar su Constitución y su legislación interna”, dice el texto. Aunque los analistas han desestimado que estas líneas puedan ayudar en la defensa mexicana.

El futuro de las consultas

La Secretaría de Economía ha hecho hincapié durante las últimas semanas en que en este nueva fase de las consultas –después de que Tatiana Clouthier abandonara la titularidad de la dependencia– se está trabajando de manera más estrecha con la Secretaría de Energía, dirigida por Rocío Nahle. “Se resaltó que México busca conciliar las diferencias en la fase de consultas, sin la necesidad de llegar a un panel arbitral y garantizando la soberanía nacional”, dice un comunicado emitido tras una reunión en Washington entre Raquel Buenrostro y Katherine Tai, la representante comercial de los Estados Unidos.

México, según ese comunicado, recibirá a funcionarios de ambos países en estos días –sin detallar cuándo– en vísperas de presentar avances de las negociaciones durante la Cumbre de Líderes de América del Norte, del 9 y 10 de enero.

Las pláticas entre México y sus socios comerciales para llegar a acuerdos respecto a la política energética mexicana y así evitar incurrir en un proceso de arbitraje internacional –el mecanismo máximo contenido en el acuerdo comercial entre los tres países– ya han rebasado los 75 días establecidos como el periodo mínimo de discusiones. Los abogados han explicado que, tras este periodo, cualquiera de los dos socios de México podría comenzar un arbitraje ya habiéndo cumplido con el proceso establecido en el T-MEC.

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