El organismo que dirige Díaz tiene contabilizados al menos otros 300 permisos para nuevas estaciones pendientes. Leopoldo Melchi, el comisionado presidente del regulador, reconoció a inicios de septiembre, en un evento en Veracruz, que el regulador tenía 940 permisos pendientes de resolver.
La parálisis en la Comisión comenzó desde inicios del sexenio, pero se perpetuó con el comienzo de la pandemia. El regulador suspendió todos sus plazos bajo el argumento de la contingencia sanitaria y no ha retomado su curso regular. Un alto funcionario de la CRE reconoció, bajo condición de anonimato, que durante los dos últimos años el regulador siguió las órdenes del ejecutivo de analizar el mercado, los permisos dados hasta ese momento y dar prioridad a las dos compañías estatales. “La orden ya había sido dada, pero [la pandemia] cayó como anillo al dedo”, dijo en una entrevista. La consigna incluía, dijo la fuente, aprobar solo nuevas estaciones de servicio relacionadas con la marca Pemex, pero esto, aseguró, ya se ha ido modificando para dar autorizaciones también a otras compañías.
La Comisión ha devuelto algunos de los trámites relacionados con la modificación de permisos en el mercado de petrolíferos a la unidad de hidrocarburos de la CRE, lo que ha agilizado la aprobación de estos, explicó el funcionario.
Pero mientras el regulador ha comenzado a aprobar algunos permisos en el mercado de petrolíferos, las autorizaciones en el sector de generación eléctrica continúan detenidas. En las últimas sesiones, la CRE ha aprobado 14 migraciones de centrales que funcionan bajo el formato de autoabastecimiento para ahora operar bajo bajo un permiso único de generación. También ha negado este proceso a algunas otras, como a algunas propiedad de la española Iberdrola, sin que el pleno del regulador haya dado detalles de las decisiones.
El pleno también ha aprobado algunas modificaciones para permisionarios del mercado eléctrico, pero no ha llegado ningún nuevo permiso de generación para compañías privadas. La CRE, explicó la fuente, continúa operando bajo la consigna de que los permisos otorgados para generación eléctrica ya superan la demanda hasta ahora existente.
El regulador, según dos fuentes consultadas por Expansión, no tiene en planes dar ningún nuevo permiso de generación eléctrica en el corto plazo a participantes privados, ni tampoco tienen en la agenda próxima modificar los permisos de algunas centrales privadas que ya han sido construidas, pero que aún no entran en operación. La modificación es necesaria para que estas plantas puedan comenzar operaciones comerciales.
Hasta ahora, la CRE ha otorgado nuevos permisos de generación sólo a las estatales CFE y Pemex –a esta última para la operación de la refinería Dos Bocas– y a la Secretaría de la Defensa Nacional para el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
“Sí, ya hay movimiento, sobre todo en comparación con la parálisis de los últimos años, pero no es ni cercanamente una normalización ni una señal contundente de apertura”, dice el representante de un organismo del sector que ha pedido no ser citado.
Dentro del sector privado y los participantes del mercado, la aprobación de nuevos permisos se ha interpretado como un “guiño” del gobierno federal hacia las administraciones de Canadá y Estados Unidos. “Leemos esto más como guiños y una especie de coqueteo de la administración en medio de las consultas”, dice el representante del sector.
La marcha atrás de la parálisis en el pleno del regulador se ha dado en medio de las consultas sobre la política energética que han iniciado Canadá y Estados Unidos en contra de México, cuyo primer plazo de término se cumplió el lunes pasado, pero del que pocos detalles se conocen. Los dos principales socios comerciales de México han incluido dentro de sus reclamos una parálisis en los órganos reguladores, en especial lo relacionado a nuevas estaciones de venta de petrolíferos, un mercado que el país abrió a nuevas marcas distintas a Pemex tras la reforma de 2013.
Fuentes al interior de la CRE aseguran que no han recibido órdenes de la Secretaría de Economía y del gobierno federal para destrabar la parálisis en aras a buscar conciliación en el proceso de consultas. Sino que este movimiento está más bien relacionado con el próximo término de mandato de Melchi al frente del regulador, que concluye en diciembre próximo.