La nueva red de telecomunicaciones permitirá conectar cien veces más dispositivos y esto ayudará a la industria automotriz a “acelerar su digitalización para mejorar la experiencia del usuario y para hacer que los procesos de manufactura y automatización sean más eficientes”, dice el documento de la SER. Incluso, agrega, ayudará a “determinar con precisión la disponibilidad de batería del vehículo hasta las estaciones de carga más cercanas y recopilar datos de diferentes lugares de recarga para apoyar a los distribuidores a planificar la expansión de las redes para garantizar la demanda de vehículos eléctricos”.
La Secretaría muestra su interés en que se despliegue el espectro idóneo para 5G en la zona del Bajío a fin de crear el primer corredor industrial con la nueva tecnología, dada su vocación industrial-automotriz y de hub de centros de datos más relevantes de América Latina. Pero aún hay un alto costo del espectro radioeléctrico y la falta de homologación de permisos del despliegue de infraestructura.
Dejar atrás a la recaudación
El documento reconoce que el Estado ha mantenido por mucho tiempo una óptica de recaudación respecto al tema del espectro radioeléctrico; es decir, como un generador de ingresos y no como una herramienta del desarrollo digital y de las mismas industrias, cuya situación se ha traducido en un menor interés en participar en licitaciones de bandas por parte de las empresas del sector.
Para algunos de los mayores jugadores de la industria, esto se ha traducido en la devolución del espectro que ya tenían. En diciembre del año pasado AT&T regresó, por segunda ocasión, espectro radioeléctrico debido a los elevados costos por su uso y derechos, sumándose a Telefónica quien desde 2019 renunció por completo a su red para eficientar su operación.
Los operadores de telecomunicaciones en México como AT&T y Telcel pagan hasta 89% más del costo total de las bandas y el derecho del espectro radioeléctrico, mientras otras naciones como Alemania, Italia, Grecia, Países Bajos y otros de Europa Continental (como Suiza, Suecia, Austria y Dinamarca) sólo solventan el 5% del costo total para acceder a las bandas, de acuerdo con la consultora The Ciu.
La SRE ha propuesto reformar la Ley Federal de Derechos para subastar el espectro a un precio más competitivo, y que, a cambio, los operadores prioricen la prestación de servicios en zonas rurales y desconectadas. Además, plantea que el Estado invierta un porcentaje de la recaudación del espectro en el sector de telecomunicaciones.
Para Michel Hernández Tafoya, presidente de Observatel, es viable que el gobierno a través de la SRE empiece a darse cuenta de la relevancia que tiene la conectividad para la digitalización de la sociedad y de las mismas industrias e incluso haga un llamado a eliminar la óptica recaudatoria por el espectro que tanto han demandado la industria como el mismo Instituto Federal de Telecomunicaciones.
“Estamos llegando tarde a esta discusión de bajar el costo de espectro en donde ya vimos que varias empresas han regresado bandas pero aún estamos a tiempo para hacerlo diferente con la nueva tecnología que ayudará a las industrias”, expone Hernández.
Homologar permisos de despliegue
Otro de los obstáculos para implementar 5G en el país es la falta de homologación de permisos para desplegar infraestructura y que para la nueva tecnología requerirá 10 veces más de la que actualmente se tiene.
Los tres niveles de gobierno están facultados para otorgar permisos de manera colaborativa pero en “la práctica es diferente”, pues cada nivel de gobierno expide permisos de acuerdo con sus reglas provocando que las empresas retrasen o impida la instalación de redes.
El documento señala que, para evitar estos obstáculos, se ha recomendado que el Gobierno Federal tenga mayor peso en la toma de decisiones para el despliegue a nivel local, reduciendo la carga burocrática de estos procesos y alcanzar una homologación.
“La homologación del despliegue de infraestructura no es exclusivo de México, es un problema casi casi global. Por eso hace sentido que el Gobierno federal sea el indicado para establecer reglas de despliegue, ya que es quien más contacto directo tiene con el resto de los gobiernos (estatales y municipales)”, dice Hernández.
Conforme las industrias se empiecen a dar cuenta de las posibilidades que le brindará 5G para eficientar su operación y generar ahorros, como ya lo ha hecho el sector automotriz, se empezará a construir una política integral en conectividad, una que aún falta en el sector de las telecomunicaciones, dice el directivo de observatel.