Ajustes en los carritos
Los compradores viven cambios en su entorno, y, tras la pandemia, al regresar a las tiendas se encontraron con que la presión inflacionaria. “Es un efecto latigazo. El consumidor dejó de preocuparse por su salud, para salir a preocuparse por su entorno económico, como sus ingresos”, dice Carlos Martínez, office head de México y Centroamérica de Bain & Company.
Ahora, añade Jorge Senties, especialista en mercado de consumo en PwC, los consumidores toman decisiones de compra más informadas, pero con los precios altos. El consumo se enfoca en productos esenciales y, aunque las personas no cambia las marcas o productos en los que perciben un mayor valor de mercado, en aquellos básicos sí pueden optar por cambiar a alguno de menor precio.
“El consumidor cambió de hace tres años a hoy. Ya es muy diferente y eso también se vincula con la forma en cómo ha cambiado las cotidianidades de la vida con la nueva normalidad”, dice. “Se está dando un regreso balanceado al consumo entre productos y experiencias, es lo que busca la generación Z”, dice.
El crecimiento de las marcas propias
Con la priorización del gasto, las compras de supermercado por delivery fue una de las tendencias que apagaron su furor, de acuerdo con el especialista. Ahora, los compradores prefieren ir al piso de ventas, que a su vez, los ha llevado a ver a las marcas propias como una opción para ahorrar, sobre todo en los productos básicos, como arroz, frijol o papel higiénico.
Las marcas propias, que tienen una participación cercana al 15% en las ventas de las cadenas, van a mantener su dinamismo y aún tienen espacio para crecer, aunque es posible que tengan una desaceleración conforme se recupere la economía de las familias.
“Las marcas blancas aún no están tan desarrolladas, su penetración es baja y, aunque probablemente tenga una desaceleración, su ganancia se va a quedar”, dice Carlos Martínez. “Hay una expectativa de recuperación económica, es lo que el consumidor cree que va a pasar, y este sentimiento de recortar el gasto es temporal más que coyuntural”, concluye.