Una empresa familiar
La empresa se mantiene en manos de la familia, y además de Humberto Herrera, fundador y gerente operativo, su primo Edgardo Estrada Villa ocupa el cargo de gerente administrativo, mientras que sus esposas, Maricela Valverde Millán y Gabriela Rodríguez Velázquez, ocupan los puestos de gerente operativo y gerente administrativo, respectivamente. Para impulsar el crecimiento de la empresa a lo largo de 20 años, cada uno de los cuatro emprendedores detrás del grupo restaurantero ha asumido una posición estratégica que les ha permitido profesionalizarse en diferentes áreas.
Aunque algunas decisiones se toman en conjunto, como la definición de los platillos de temporada que cambian cada cuatro meses, cada miembro del equipo tiene una tarea administrativa u operativa específica que permite que la empresa funcione como un todo. "Cada uno cumple su papel y el respeto mutuo nos ha permitido trabajar juntos", afirma Estrada Villa.
El crecimiento de Mi Gusto Es desde sus inicios fue la publicidad de boca a boca, dicen sus fundadores. Las primeras tres unidades estaban, además de la capital del país, en Cuernavaca y Puebla, y cuando la empresa estaba por abrir su cuarta sucursal, los fundadores decidieron estandarizar su concepto y su menú. Esta estrategia, que llevó a los fundadores a profesionalizarse en el sector, se convirtió en una práctica que se realiza cada cuatro años.
Los fundadores del grupo restaurantero reconocen que en su camino a lo largo del desarrollo de la cadena han aprendido a prueba y error. Tampoco han dudado en contratar a expertos para recibir asesorías cuando han visto áreas de oportunidad, como en el área de compras o para determinar un concepto, que consideran una clave que ha permitido la consolidación de la empresa.
La estrategia pospandemia
La pandemia fue una oportunidad de aprendizaje para el equipo que lidera Mi Gusto Es. A raíz de la emergencia sanitaria, tuvieron que cerrar tres de sus unidades. Hoy, la meta del grupo es recuperar las visitas y las unidades perdidas.
Como parte de este plan la cadena inauguró un restaurante en Santa Fe. Este local tiene dos pisos en un área de cerca de 265 metros cuadrados, en tanto alistan la apertura de otra sucursal de la que aún no se define la locación.
La inversión en su último restaurante en Santa Fe ha sido de 30,000 pesos por metro cuadrado, significativamente menor a la inversión inicial de 120,000 pesos para su primer local. Este nuevo restaurante representa un giro de tuercas para la empresa, ya que optará por un formato de tienda más pequeño, con una extensión máxima de 300 metros cuadrados, cuando sus unidades más grandes son de hasta 800 metros.
"En el pasado, gran parte de nuestro crecimiento fue por oportunidad, pero ahora estamos enfocados en expandirnos en la Ciudad de México y el área metropolitana, donde podemos cubrir fácilmente la logística y asegurarnos de tener suficiente personal en caso de necesitarlo", afirma Edgardo Estrada al hablar sobre el crecimiento actual de la empresa.
Durante la pandemia, la compañía pudo sortear la crisis gracias a su solidez financiera, evitando acumular deudas y creciendo de forma orgánica con los recursos disponibles. "Durante la emergencia sanitaria esto nos llevó a ser una empresa sin deuda", añade Humberto Herrera.
Las unidades de Mi gusto Es se ubican en Cuernavaca, Pachuca, Puebla, Toluca y la Ciudad de México, pero el grupo también tienen los restantes Culichioso, Tebori y la cadena de pastelería Dulce Rojo, en Toluca, Estado de México.
La cadena de restaurantes de comida estilo sinaloense, planea mantener su estructura como un negocio familiar. "El reto de aprender a emprender es bien rudo, pero los cuatro pensamos que tener diferenciadores es lo que nos va a llevar a mantenernos en el gusto de la gente y eso es lo que hemos creado”, comenta Herrera.
