1. Índice de octanaje
Se refiere a la capacidad de anti-detonación del combustible, es decir, hasta qué punto aguanta sin detonar prematuramente. Mientras que la gasolina sin plomo, o magna, suele tener un octanaje de 87, las opciones premium suelen ser de 90 o más. En México es de 91. El índice de octanaje mínimo requerido en cada vehículo generalmente se encuentra en el manual de usuario o en el tapón del tanque de gasolina.
Algunos motores de alto rendimiento utilizan una relación de compresión más alta para producir más potencia. Comprimen la mezcla de aire y combustible en un rango más pequeño, creando calor adicional que puede hacer que el combustible se pre-encienda más rápido y minimice el desempeño. Estos motores de alta compresión necesitan combustible de alto octanaje, o premium, para garantizar que la gasolina no se encienda antes.
2. Tipo de motor
La gasolina magna, que se quema más rápido, es adecuada para un motor con una relación de compresión baja. Por el contrario, la premium es mejor para motores con turbocompresor o relaciones de compresión altas debido a su mayor resistencia al encendido. Sin embargo, las opciones premium se queman más limpiamente y pueden prolongar la vida útil del motor en todos los vehículos, independientemente de la relación de compresión.
3. Altitud
Los vehículos que se usan frecuentemente en ciudades de mayor altitud, como la CDMX o Toluca, pueden funcionar bien con gasolina regular, magna o verde. A mayor altura, la presión del aire decrece y la cantidad de oxígeno que llega a los pistones es menor. Esto retrasa la detonación. Por lo tanto, en teoría, se puede usar un combustible más barato y de menor octanaje sin problemas y ahorrar algo de dinero.
“Por ejemplo, si vas a Estados Unidos, en ciudades de mayor altitud, como Colorado, vas a ver que hay una mayor oferta de gasolinas de bajo octanaje aunque haya muchos autos sobrealimentados”, explica Hernández.
¿Qué pasa si le pongo gasolina magna a un motor turbo a una altitud menor?
Si tenemos un motor turbo o uno aspirado de alta compresión -común en los modelos súper deportivos-, lo más probable es que en el manual de usuario se recomiende el uso combustible premium o de 91 a 93 octanos. Pero si se le coloca gasolina magna es probable que la potencia se reduzca o que el consumo de combustible se incremente.
Hernández pone un ejemplo práctico: “Si le pones gasolina de bajo octanaje a un vehículo y te vas a Acapulco es posible que haya una detonación prematura y que el motor se caliente”, dice.