El fenómeno de la reconfiguración de las cadenas de valor de un país de origen a otro, el llamado nearshoring, no es un tema nuevo para México, ya que desde hace décadas las empresas del mundo han estado instalándose en el país, principalmente en el sector manufacturero, por el atractivo de los menores costos de producción y la facilidad logística por la cercanía con Estados Unidos.
El número de volumen de convenios que se han hecho con empresas extranjeras subió 47%, al pasar de 32 a 47 acuerdos, de acuerdo con datos de Seale & Associates, una firma especializada en fusiones y adquisiciones.
Por otro lado, eso se ha traducido en un aumento de las fusiones y adquisiciones en el país, que alcanzó un valor de 7,800 millones de dólares en los primeros cuatro meses de 2023, un incremento de 189% respecto a los 2,700 millones del mismo periodo del año pasado.
Sin embargo, el valor de esas transacciones fue impulsado por la negociación de Iberdrola con el gobierno para adquirir 13 plantas de generación eléctrica por un valor de 6,000 millones de dólares. Por lo que descontando esa transacción, se traduciría en una caída de 33% respecto a ese mismo periodo.