Pareció imposible durante más de una década, pero el año pasado, la estatal Pemex cerró con una ganancia de 99,998 millones de pesos, según las cifras contenidas en su reporte de resultados auditado y publicado en mayo. Las utilidades llegaron 10 años después de pérdidas continuas. La última vez que la empresa finalizó el año con números positivos fue en 2012, con apenas 2,600 mdp.
Pero no mucho de ello puede atribuirse a un cambio en la estrategia o a un excepcional manejo de los activos. A Pemex le llegó la ola que también favoreció a otras petroleras: la resultante de los precios altísimos que arrasaron al mercado petrolero y que situó la mezcla mexicana en su nivel más alto desde 2014, con un precio de 89 dólares por barril durante el año, y que llegó incluso a superar los 119 dólares en los primeros días de la invasión rusa a Ucrania.