Este es el caso de las aerolíneas del segmento low-cost, como Viva Aerobus y Volaris, quienes obtienen alrededor de 47% de sus ingresos mediante la venta de servicios complementarios.
Esta categoría de ingresos ha crecido más que las propias tarifas. En el caso de Viva Aerobus, por ejemplo, se disparó un 38% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2022, mientras que para Volaris el alza fue de 20%; es decir, muy por arriba de la inflación.
Al respecto, Jonathan Felix, analista de Verum Calificadora de Valores, explica que esta dinámica está relacionada con una estrategia para incrementar la demanda, y es parte fundamental del modelo de negocio del segmento low-cost, y su repunte se ha derivado en parte por la recuperación de la demanda aunada al alza de precios generalizada.
"Estamos hablando de un consumidor que está gastando más ahorita. Sin duda el consumidor está viajando más, pero vaya, también en la pandemia estuvieron guardados y ahorita ya todo el mundo se quiere ir de su casa", refiere.
Sin embargo, este modelo no aplica para todas las aerolíneas. En el caso de Aeroméxico, por ejemplo, los ingresos complementarios representaron apenas 9.2% de sus ingresos totales.
El primer trimestre suele ser un periodo de baja demanda, por lo que el inicio de la temporada de verano, aunado a una reducción favorable del tipo de cambio, mejora las expectativas del sector.
"Alrededor de 50% de la estructura de costos es en dólares, entonces veremos un margen bien importante y con una demanda creciendo", concluye el especialista de Verum.