En otra entrevista concedida a Expansión Política, Gálvez reafirmó su posición como una de las principales opositoras de las reformas presentadas por la administración morenista en materia energética. La senadora ha navegado en la arena política como una voz destacada en favor del desarrollo de las energías renovables, convirtiéndolas en uno de los pilares fundamentales de su discurso político.
Energías Mexicanas
Gálvez ha llevado su visión un paso más allá al proponer la creación de una nueva empresa estatal: Energías Mexicanas. Esta entidad no se limitaría exclusivamente al negocio petrolero, sino que diversificaría sus operaciones para abarcar una amplia gama de fuentes de energía. En sus propias palabras, "hoy hay otras fuentes de energía, no las podemos dejar fuera y eso le podría dar mucha viabilidad financiera a Pemex".
La propuesta de Gálvez va más allá de las tradicionales compañías petroleras estatales y se asemeja a las estrategias adoptadas por otras empresas estatales líderes en la industria energética, como Saudi Aramco y Equinor, que han diversificado sus operaciones para incluir la generación de energía renovable en sus portafolios. Estas empresas han comprendido la importancia de adaptarse a la transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible.
Aunque no detalló un plan completo, la aspirante presidencial mencionó específicamente el desarrollo de industrias como el hidrógeno verde y la utilización del gas que actualmente Pemex quema debido a la falta de infraestructura para su procesamiento en las plantas petroquímicas. "El petróleo es un bien muy valioso como para quemarlo. Usémoslo en la industria petroquímica".
Gálvez también expresó durante la entrevista a Bloomberg su admiración por el modelo de la petrolera brasileña Petrobras, que cotiza en bolsa y opera en asociación con empresas privadas. Brasil ha desarrollado con éxito su yacimiento presal de aguas ultraprofundas, convirtiéndose en el mayor productor de petróleo de América Latina. Gálvez ve en Petrobras un modelo a seguir para Pemex y propone reabrir las rondas de licitación petrolera que el actual presidente detuvo en 2018.
Gálvez criticó las políticas de López Obrador, quien ha destinado importantes recursos a Pemex, la compañía petrolera más endeudada del mundo, y ha construido una costosa megarefinería que sufrió sobrecostos y retrasos significativos. Además, su gobierno ha debilitado la independencia de los reguladores, lo que ha resultado en la reducción de permisos para proyectos de energía verde y la disminución de la inversión extranjera en el sector.
La propuesta de Xóchitl Gálvez marca un giro importante en la política energética mexicana, ya que busca abrir las puertas a la inversión privada, una estrategia que en el pasado fue promovida por el expresidente priista Enrique Peña Nieto, bajo la premisa de proporcionar a Pemex el apoyo financiero y técnico necesarios para revitalizar la producción petrolera y mejorar la eficiencia en el sector energético nacional.
Con el respaldo de una coalición de partidos de oposición, Xóchitl Gálvez busca convertirse en la primera presidenta del país. Sin embargo, las encuestas actuales reflejan que se encuentra muy atrás de su oponente, Claudia Sheinbaum, quien cuenta con el respaldo de los enormes recursos e infraestructura del partido gobernante Morena.