Al cierre del año pasado, Telcel registró ventas por un total de 12,123 millones de dólares, mientras que AT&T reportó ingresos de 3,144 millones de dólares. En paralelo, Telefónica generó ingresos por valor de 1,175 millones de euros. En este contexto, la empresa estadounidense podría enfrentar desafíos considerables al intentar adquirir bandas de espectro, ya que prácticamente la totalidad de sus ingresos se verían destinados a este recurso fundamental.
La propia empresa ha manifestado que no participaría en una subasta de espectro a menos que los costos se reduzcan considerablemente. Incluso se ha visto en la necesidad de devolver bandas de espectro para optimizar su operación. Actualmente, la compañía ha desplegado la nueva generación de redes en 85 ciudades de la nación.
En contraste, Telcel poseería una mejor posición para adquirir bandas de espectro destinadas al 5G, aunque igualmente enfrentaría la necesidad de invertir recursos adicionales en la expansión de su infraestructura. Hasta la fecha, la subsidiaria de América Móvil ha conectado a más de 100 ciudades, lo que significa que aproximadamente 40 millones de personas ya tienen acceso a la quinta generación de redes, según reveló Fabián Monge, country manager de Ericsson México en el foro 5G.
La situación en el sector de las telecomunicaciones, particularmente en relación con el despliegue del 5G, se ha vuelto más crítica tras la sexta negativa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a la propuesta del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de reducir los costos del espectro radioeléctrico.
"¿Cómo planeamos introducir la tecnología 5G en el país cuando el costo inicial para obtener las frecuencias, junto con los pagos por los derechos correspondientes, se vuelven prohibitivos y obstaculizan el progreso tecnológico?", expresó Lucido en una entrevista con los medios durante el foro México 5G.
Según este experto, la negativa de Hacienda a reducir el costo del espectro podría resultar en un notable retraso en términos de innovación, lo cual es especialmente preocupante en un momento en que el país se ha posicionado como líder en la industria de nearshoring.
