“Si sumamos todos los apoyos que el gobierno federal está dando a Pemex, estaremos viendo que lo que recibe el gobierno es cada vez menos, y que inclusive ha apoyado más a Pemex de lo que recibió en 2021 y potencialmente en el año 2024, con lo que ya se aprobó con la Ley de Ingresos de la Federación y con el presupuesto para el próximo año”, dice Ricardo Cantú, doctor en política pública y director adjunto de Operaciones y Fortalecimiento Institucional del CIEP.
Los cálculos de la organización concluyen que en 2021 –cuando los estragos de la pandemia de Covid-19 se hicieron más evidentes en las finanzas de la petrolera– el gobierno federal dio a Pemex 178,167 millones de pesos más de lo que recibió de la petrolera.
Para el año próximo el escenario podría repetirse, según el CIEP. El legislativo ha aprobado una inyección de 145,000 millones de pesos a Pemex –sin contar nuevas capitalizaciones para la refinería Olmeca, de ser necesario– y una reducción de la tasa DUC al 30%. Con este escenario y lo que se pronóstica por Hacienda para la petrolera en cuanto a las ventas y el precio del petróleo, la organización prevé que el gobierno federal dará 129,167 millones de pesos a Pemex de lo que recibirá.
Hacienda había propuesto en el proyecto de presupuesto que esta tasa se redujera al 35%, pero la Cámara de Diputados decidió hacer un recorte superior que implicará minimizar las transferencias a los estados.
La tasa DUC es la cantidad que paga la petrolera por cada barril de petróleo que ha extraído. Al inicio del sexenio ésta era de 65% y se redujo bajo la premisa que así la compañía tendría más liquidez para hacer frente a sus amortizaciones de deuda de manera autónoma, pero hasta ahora eso no ha sucedido.
Pemex, que hasta el tercer trimestre suma una deuda de 105,836 millones de dólares, deberá cubrir 10,900 millones de dólares como amortizaciones de deuda el año próximo, según la última presentación que la estatal hizo a sus inversionistas.
La participación de Pemex en el presupuesto
La estatal ha reducido su participación en los ingresos del gobierno federal. El punto más alto para la petrolera fue en 2008, cuando el 44.3% del total de los ingresos presupuestarios provenían de la compañía, en parte por la alta carga fiscal que tenía en ese momento.
Ya para 2023, este porcentaje disminuirá a18.4%, según las previsiones del CIEP, explicado en parte por la baja en los impuestos que paga y a sus malos resultados financieros.
Los analistas no estiman que la participación de Pemex aumente de manera significativa en los próximos años debido principalmente a que no se espera un aumento importante en la producción de crudo.