Volkswagen se volcó al desarrollo de vehículos eléctricos después del escándalo de emisiones de 2015, que obligó al gigante automotriz alemán a repensar su estrategia entonces enfocada en los motores de diésel.
La decisión de apostar por los vehículos eléctricos se tomó tras una reunión entre nueve altos ejecutivos de la empresa, donde se discutió el futuro de la marca. Tan solo tres días después de este encuentro, el consejo de administración de Volkswagen anunció planes para crear una plataforma de vehículos eléctricos, denominada internamente como MEB, con el objetivo de facilitar la producción en masa de automóviles eléctricos asequibles.
Con una inversión sin precedentes de 80,000 millones de euros (91,000 millones de dólares) anunciada en 2019, Volkswagen se comprometió a hacer posible la producción rentable a gran escala de vehículos eléctricos. Este hito marcó un cambio estratégico significativo en los 80 años de historia de la empresa.
El SUV eléctrico ID.4 de Volkswagen llegó a las salas de exposición en 2020, marcando el comienzo de la transición hacia una gama de productos más amigables con el medio ambiente. Unos años antes, en 2018, la empresa había fijado una fecha límite para poner fin a la producción en masa de motores de combustión, con planes para desarrollar su última generación de vehículos utilizando tecnología de motor eléctrico para 2026.
Pero el camino hacia la producción en masa de vehículos eléctricos no ha estado exento de desafíos. Uno de los mayores obstáculos ha sido el costo prohibitivo de las baterías, que representan entre el 30% y el 50% del costo total de un vehículo eléctrico. Una batería con una autonomía de 500 kilómetros podría costar alrededor de 20,000 dólares, en comparación con los aproximadamente 5,000 dólares que cuesta producir un motor de gasolina convencional.
"La electrificación no es la única respuesta"
En el caso de México, donde la economía y la infraestructura difieren significativamente de Estados Unidos y Europa, el mercado de vehículos eléctricos aún no ha despegado. La falta de infraestructura adecuada y los altos costos asociados con la electrificación están frenando su adopción, con apenas 1% de las ventas totales de vehículos siendo eléctricos en 2023, según datos de Inegi.
Aunque el mercado mexicano ha experimentado un crecimiento en la oferta de vehículos eléctricos en los últimos años, principalmente proveniente de marcas chinas, la falta de infraestructura de carga y los precios altos han limitado su adopción por parte de los consumidores. En medio de estos desafíos, los fabricantes occidentales –Volkswagen entre ellos– han empezado a reconocer que una oferta de solo vehículos 100% eléctricos puede no ser sostenible en el futuro.
"Es importante reconocer que la electrificación no es la única respuesta. Necesitamos explorar diferentes tecnologías que nos permitan avanzar hacia un futuro más limpio y eficiente", destacó Chiquini.
El cambio de postura de Volkswagen refleja una tendencia más amplia en la industria automotriz, en la que se está revisando la narrativa de la electrificación como la única solución para abordar el cambio climático. Esta revisión se basa en la comprensión de que la transición hacia la movilidad eléctrica enfrenta desafíos significativos, incluida la disponibilidad de infraestructura de carga, los costos de los vehículos eléctricos y las preferencias del consumidor.
En este reconocimiento de que la electrificación no es la única alternativa para reducir emisiones, Volkswagen también está apostando por los motores turboalimentados como una opción atractiva para los consumidores que buscan un rendimiento superior sin comprometer la economía de combustible.
“Los motores turbo cargados representan una opción efectiva que nos permite avanzar hacia un futuro más sostenible sin sacrificar la experiencia de conducción", afirmó el directivo de Volkswagen.
Además, el fabricante alemán reconoce que los motores turboalimentados pueden desempeñar un papel importante en la transición hacia la movilidad eléctrica al proporcionar una solución de transición para los consumidores que aún no están listos para hacer el cambio completo a los vehículos eléctricos.
Entre los motores turbo y los eléctricos
Hoy, en México, Volkswagen tiene en su portafolio solo vehículos a gasolina, la mayoría de ellos equipados con motores turbo cargados. No obstante, este año introducirá su primer modelo 100% eléctrico, el ID.4. Será el primer paso del fabricante alemán en su estrategia para expandir su presencia en el segmento de la movilidad eléctrica.
Aunque la marca reconoce que no se espera que el ID.4 impulse significativamente los volúmenes de ventas, lo ve como un vehículo crucial para familiarizar a los consumidores con la tecnología de electrificación de la marca.
“Tenemos que ir trayendo poco a poco estas tecnologías que van a ir soportando el futuro de la marca", concluye Chiquini.