Shein, un gigante del e-commerce con sede en Singapur, ha sido destacado por agregar 2,000 artículos nuevos a su plataforma cada día, muchos de los cuales están hechos de materiales sintéticos no biodegradables. Esta práctica, junto con las emisiones generadas por la distribución global de sus productos, ha colocado a Shein en el centro de la crítica ambiental.
En respuesta a las crecientes preocupaciones, el presidente ejecutivo de Shein, Donald Tang, ha señalado que la empresa ofrece opciones de prendas de mayor calidad, aunque a precios más altos que los que le dieron popularidad.
Otras compañías como Grupo Inditex y H&M también están tomando medidas. H&M, por ejemplo, ha implementado un programa de recolección de prendas usadas en México, ofreciendo bonos a los clientes para futuras compras. Además, su informe de sustentabilidad indica que 85% de sus materiales son reciclados o de origen sostenible, con el objetivo de alcanzar 100% para 2030.
C&A México ha adoptado prácticas similares, implementando métodos de producción más eficientes en el uso de recursos y fabricando prendas con materiales reciclados. Frinee Cano, líder en sustentabilidad de C&A, destacó que 45% de sus prendas están hechas con materiales sostenibles y que para algunas colecciones utilizan tintes naturales.
“En la fabricación de nuestras prendas de mezclilla, utilizamos el método Bio-Wash, lo que nos permite ahorrar hasta 60% de agua en el acabado, en comparación con los procesos tradicionales”, explicó Cano en un correo electrónico.
Además, en sus colecciones elaboradas con textiles reciclados incluyen piezas hechas de poliéster reciclado de botellas de plástico, lo que disminuye el uso de materias primas vírgenes. Entre estas iniciativas, C&A se asegura de que la viscosa —un tejido producido a partir de celulosa de madera o plantas— no provenga de bosques en peligro de extinción.
“Aplicamos métodos de producción sustentable a todas nuestras colecciones. El 45% de nuestras prendas están hechas con materiales sostenibles y nueve de cada diez se crean con el procedimiento de Bio-Wash”, añadió Cano.
La empresa también emplea tintes naturales para teñir algunas camisetas y tiene un programa para recibir ropa usada de sus clientes. En 2023, la empresa, perteneciente a Grupo Alfar, recolectó 25.3 toneladas de prendas, cuatro veces más que el año anterior.
Una moda circular
A pesar de estos esfuerzos, la realidad es que la industria de la moda contribuye entre 2% y 8% de las emisiones globales de carbono y es responsable del segundo mayor contaminante del agua debido al teñido de textiles.
La Fundación Ellen MacArthur sostiene que los modelos de negocio circulares en la moda, que permiten a las empresas generar ingresos sin fabricar ropa nueva, representan una oportunidad significativa para un crecimiento más sostenible en la industria.
Para evitar que la moda sea una gran enemiga del medio ambiente, los modelos de negocio que incluyen la reventa, el alquiler, las reparaciones y la reelaboración pueden reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar un valor de 700,000 millones de dólares en 2030, representando 23% del mercado mundial de la moda.
César Pindado, managing partner de la consultora ERM en el norte de Latinoamérica y el Caribe, reconoce que la industria está avanzando en sostenibilidad. Sin embargo, dado que su impacto en las emisiones de carbono es inferior a 10%, es comprensible que sectores con un impacto mayor, como el petróleo, hayan avanzado más rápido en la definición y establecimiento de objetivos de descarbonización.