Comprar prendas y artículos de segunda mano ha dejado de ser una acción para esconderse. Por el contrario: cada vez es más común conocer a personas que presumen sus prendas second hand, que adquieren en pacas en tianguis o plataformas de comercio electrónico a precios accesibles y en excelentes condiciones.
Incluso hay quien destaca su habilidad para encontrar prendas de marcas de lujo entre los montones de ropa –que generalmente se separa por categorías– en algunos tianguis de la Ciudad de México. Por ejemplo, en el mercado sobre ruedas de La Raza, hay prendas desde 50 pesos y se eleva según la calidad, la marca y el tipo de prenda.
En otros lugares, como el tianguis de La Lagunilla, los puestos exhiben la ropa entre ganchos, mientras los compradores buscan entre los estantes para ver si encuentran alguna pieza que les convenza. La mayoría de esta ropa se adquiere al comprar lotes de ropa, en tianguis, proveedores específicos de marca e incluso al comprar a personas que venden sus prendas por separado en internet, cuenta Clara González, quien tiene un pequeño comercio a las afueras de un mercado público en Naucalpan.