El éxito de China en los Juegos Olímpicos puede verse como un reflejo de un sistema que prioriza el colectivismo sobre el individualismo. En el informe “Lecciones de política económica e industrial para México: China, industria electrónica y derechos de propiedad” del Colegio de Estudios China-México (Cechimex), se destaca la importancia del institucionalismo en el desarrollo de la sociedad china. Según el estudio, las instituciones no solo moldean las preferencias y expectativas de la población, sino que también condicionan su visión del mundo.
"Las preferencias, junto con las expectativas del futuro y las motivaciones, no solo determinan la naturaleza de las instituciones, sino que también se ven limitadas y moldeadas por ellas. Si la gente vive, convive y trabaja bajo el régimen de las instituciones, éstas les condicionan una visión global de las cosas”, subraya el informe.
Este enfoque sistémico ha sido clave tanto en los logros deportivos como en los avances industriales de China. En deportes como la natación artística y el tenis de mesa, China ha demostrado su dominio al ganar medallas de oro en competiciones que antes eran controladas por otras naciones. Por ejemplo, en la natación artística, China se alzó con el oro en las pruebas de equipo y dueto. En el tenis de mesa, China reafirmó su hegemonía al ganar la prueba por equipos femenil, consolidando su dominio en un deporte en el que ha obtenido 37 de las 43 medallas de oro desde que se incluyó en los Juegos Olímpicos en 1988.
En el ámbito industrial, China ha mantenido un liderazgo constante, siendo el mayor productor de vehículos del mundo desde 2012. Esta capacidad de producción masiva está respaldada por una mentalidad colectiva que se observa también en las fábricas del país.
En la planta de JAC Motors en Hefei, donde se produce el E30X destinado al mercado mexicano, una pancarta reza: “El Partido Comunista de China dirige el desarrollo de todo el país. El Partido nos empuja a trabajar con más esfuerzo para un mejor futuro”. Este mensaje, repetido en las instalaciones de la fábrica, es un claro ejemplo de cómo los valores colectivos impulsan tanto a los trabajadores como a los deportistas.
A pesar de que en el medallero oficial China empató con Estados Unidos en la cantidad de medallas de oro, con 40 cada uno, el conteo total de preseas favoreció a Estados Unidos, con 126 medallas frente a 91 de China. Sin embargo, en las redes sociales chinas, como Weibo, algunos usuarios han argumentado que, al sumar las medallas obtenidas por Hong Kong y Taiwán, China debería considerarse en el primer lugar.
Para los medios estatales chinos, como Beijing Daily y Global Times, los resultados olímpicos no son solo una muestra de la capacidad deportiva del país, sino también de su estabilidad social y desarrollo económico. Beijing Daily describió el éxito de China en París como un “doble milagro” que refleja tanto el rápido progreso económico del país como su estabilidad social. Por su parte, el Global Times interpretó estos logros como un indicio de “una tendencia histórica irreversible” que pone de manifiesto la creciente influencia de China en el escenario global.
Con información de Reuters y AFP.