José Ruvalcaba, director de operaciones de Medistik, explicó que hasta el momento no se han presentado casos de incumplimiento en las temperaturas requeridas para conservar el fármaco. Sin embargo, en caso de que ocurriera, se debe informar de inmediato a Pfizer y proceder con la destrucción del medicamento afectado. Una vez registradas, las hieleras se trasladan a la cámara de enfriamiento, equipada con refrigeradores que mantienen temperaturas por debajo de los -80 grados Celsius.
La creación de esta cámara, así como la configuración de las hieleras, fue inversión de Medistik para garantizar la distribución del fármaco a través de una cadena de frío. En el área de almacenamiento, las vacunas se pesan, se ajusta su caducidad a un periodo de 10 semanas, y se verifica que las fechas de vencimiento se impriman correctamente. Este proceso manual, desde que las cajas con el fármaco son retiradas hasta su ingreso en los refrigeradores, no debe tardar más de tres minutos.
Los refrigeradores de ultracongelación donde se almacenan las vacunas operan a -80 grados Celsius, están equipados con sistemas de alarma de temperatura y con no-breaks para evitar fallas eléctricas. Cada refrigerador tiene capacidad para almacenar hasta 5,000 viales, y Medistik cuenta con espacio suficiente para albergar un stock de 250,000 dosis de la vacuna de Pfizer.
El personal que trabaja en este sistema de ultracongelación utiliza equipo especializado, como chamarras y guantes térmicos, además de otros elementos de protección como cofias y calzado especial, para garantizar su seguridad en condiciones tan extremas. Para enviar las vacunas a uno de sus 60 clientes, que incluyen farmacias y hospitales, se retiran de los refrigeradores plateados y se colocan en una zona especial a una temperatura controlada entre -2 y -8 grados Celsius durante aproximadamente cuatro horas.
Luego, se embalan en hieleras diseñadas para mantener estas temperaturas durante hasta 96 horas. Finalmente, las vacunas son transportadas en camiones especializados que preservan la cadena de frío hasta su llegada a los clientes, quienes se hacen responsables de su manejo óptimo para la aplicación a los pacientes.
