Las acciones de Stellantis restaban casi un 11%, alcanzando su nivel más bajo desde diciembre de 2022, a medida que los inversores asimilaban la magnitud de los problemas del cuarto fabricante mundial de autos. Estas acciones han perdido un 38% de su valor este año, convirtiéndose en el fabricante de automóviles con peor comportamiento de Europa.
Las últimas advertencias se producen después de que Volkswagen anunciara a última hora del viernes un recorte de sus perspectivas de beneficios para 2024 por segunda vez en menos de tres meses. Sus acciones bajaban algo más de un 2.8% en la jornada.
El gigante automovilístico alemán depende de China para cerca de un tercio de sus ventas y se ha visto afectado por una economía más débil y una competencia más feroz por parte de los fabricantes de automóviles chinos y una feroz guerra de precios de los vehículos eléctricos.
Aston Martin, la marca británica de autos de lujo, también emitió un aviso de beneficios para todo el año este lunes, culpando en parte a la caída de la demanda china, como también hicieron Mercedes-Benz y BMW. Las acciones de Aston Martin se desplomaron hasta un 20%, tocando mínimos de casi dos años.
La caída de la demanda europea tampoco ha ayudado. Las ventas de autos nuevos en la UE cayó un 18,3% en agosto, tocando un mínimo de tres años, con pérdidas de dos dígitos en los principales mercados: Alemania, Francia e Italia, y un descenso de las ventas de vehículos eléctricos.
Donde se cruzan los problemas de los fabricantes europeos tradicionales es en la creciente competencia de los rivales chinos, que pueden desarrollar autos eléctricos mejores y más baratos mucho más rápido que Volkswagen, Stellantis o Renault.
También tienen dificultades para vender los vehículos eléctricos que fabrican, mientras invierten grandes sumas en el desarrollo de nuevos modelos más asequibles.
El cambio de las líneas de producción a nuevos modelos hace que la capacidad de generación de ingresos quede fuera de servicio, agravando los problemas de liquidez de los fabricantes tradicionales, cuyas plantas ya tienen problemas de utilización de la capacidad que no han sabido resolver.
La caída de la cuota de mercado en China y la menor demanda de autos en Europa han llevado a Volkswagen a advertir de posibles cierres de plantas en Alemania, poniendo a la empresa en rumbo de colisión con el poderoso sindicato IG Metall. Las negociaciones salariales entre ambos comenzaron la semana pasada.
Continuarán las negociaciones sobre los aranceles a los vehículos eléctricos de China
La Comisión Europea comunicó que seguirá negociando con China incluso después de que voten su propuesta de imponer aranceles definitivos a la importación de vehículos eléctricos chinos, según fuentes conocedoras de los planes.
La Comisión, que está llevando a cabo una investigación antisubvenciones sobre los vehículos eléctricos fabricados en China, ha enviado su propuesta de aranceles definitivos sobre dichos vehículos a los 27 miembros de la UE defendiendo los niveles que calculó en septiembre, dijeron las tres fuentes. Ha fijado la votación para este viernes.
Al mismo tiempo, incluyó un texto adicional, llamado considerando, en el que afirma que las conversaciones mantenidas hasta ahora con China no han resuelto la disputa sobre las supuestas subvenciones chinas, pero que las negociaciones sobre un posible compromiso podrían continuar incluso si los países de la UE están de acuerdo con las tasas arancelarias.
La Comisión Europea declinó hacer comentarios.
El Ministerio de Comercio chino dijo el jueves pasado que los equipos estaban negociando un esquema flexible de compromiso de precios para evitar los aranceles. La Comisión ha dicho que podría reexaminar un compromiso de precios —que implica un precio mínimo de importación y normalmente un tope de volumen— tras haber rechazado previamente los ofrecidos por las empresas chinas.
Los aranceles propuestos oscilan entre el 7.8% para los vehículos eléctricos Tesla fabricados en China y el 35.3% para los de SAIC y otras empresas que se considera que no han cooperado con la investigación de la Comisión. Se suman al derecho estándar de importación de automóviles de la UE del 10%.