Potenciar los trenes de pasajeros en México fue uno de los objetivos principales de la administración de Andrés Manuel López Obrador, y, de acuerdo con las cifras más recientes, se ha convertido en un plan que ya está dando resultados. Sin embargo, aún hay retos que la nueva administración tendrá que resolver.
El servicio de trenes para pasajeros se divide en tres modalidades. La más significativa es la modalidad regular suburbana, que incluye el trayecto entre Buenavista y el Estado de México. Desde enero hasta julio, este servicio ha transportado 26.3 millones de pasajeros, lo que representa el 92.7% del total de usuarios de tren en el país.
La segunda modalidad es la interurbana, destacando el Tren México-Toluca, que ha registrado 1.6 millones de usuarios, lo que equivale al 5.8% del total. Por último, se encuentra la categoría de Especial Turístico, que abarca el Tren Maya y el Ferrocarril Interoceánico. Cabe señalar que el Ferrocarril Chihuahua-Pacífico se clasifica en las modalidades interurbana y especial turística.
Entre enero y julio de este año, este tipo de trenes ha transportado 404,896 personas, lo que representa un crecimiento de triple dígito en comparación con el mismo periodo del año anterior. La Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) atribuye en gran parte este aumento al Tren Maya, que ha movilizado hasta ahora a 289,040 pasajeros, equivalentes al 71.2% del total de viajeros en la categoría de Especiales Turísticos.
Al sumar los 47,853 pasajeros del Tren del Istmo, el porcentaje que representan ambos proyectos durante el sexenio de López Obrador asciende a 336,893 personas movilizadas, lo que equivale al 83.2% del total de la categoría. Sin embargo, ninguno de estos proyectos ha mostrado un crecimiento sostenido.