"El sector de los vehículos eléctricos es nuevo. Hay muchas variables, como las tasas de penetración y la química de las baterías, que hacen que prever la demanda sea un juego de adivinanzas... El crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos se está ralentizando, pero siguen aumentando. Varía de una región a otra, pero el crecimiento general es fuerte y la demanda de metales goza de buena salud", aseguró Tom Mackay de la compañía.
las ventas de VE de batería e híbridos enchufables aumentaron un 32% el año pasado, hasta 13.63 millones de unidades, mientras que en el primer y segundo trimestres de este año las ventas bajaron un 25% y subieron un 22%, respectivamente, respecto a los trimestres anteriores, de acuerdo con la consultora Rho Motion.
El cobre se utiliza en el cableado de los VE, de igual manera es empleado en las baterías, que suelen contener litio y, dependiendo de la química, níquel y cobalto.
"Se han producido avances tecnológicos impresionantes en la química del fosfato iónico de litio (LFP). Algunas baterías LFP pueden recorrer 1.000 kilómetros y otras pueden cargarse hasta el 80% en 10 minutos", indicó Mackay, que gestiona las carteras de cátodos de cobre, zinc, plomo-níquel, cobalto y litio en la empresa suiza.
Las baterías LFP se desarrollaron para el mercado chino como alternativa más barata al níquel cobalto manganeso (NCM). No obstante, las baterías LFP anteriores no podían utilizarse para largas distancias.
"La gente sigue creyendo que la demanda de baterías en el mundo occidental seguirá siendo predominantemente de NCM, aunque sólo sea por el mayor valor del reciclado de las baterías de NCM", afirmó Mackay. "La reciclabilidad es un factor muy importante para los fabricantes de automóviles a la hora de decidir qué químicas utilizar".