Desde George W. Bush hasta Justin Bieber y Bad Bunny, el calzado ha encontrado un lugar en los guardarropas de celebridades y consumidores comunes por igual.(Fotos Dia Dipasupi y Cate Gillon/Getty Images)
Crocs, el calzado que nació como una solución práctica y cómoda ha recorrido un largo camino desde su lanzamiento en 2002. Diseñados originalmente por George Boedecker Jr. para pescadores, los zuecos elaborados con Croslite —un material patentado resistente al agua y antideslizante— se han transformado en un fenómeno de moda que abarca desde hogares hasta pasarelas de alta costura.
La marca, que debutó con su modelo Classic Clog, rápidamente trascendió su nicho original al captar la atención de sectores como el médico y gastronómico gracias a su ligereza y comodidad. Sin embargo, su evolución como ícono de estilo comenzó a consolidarse con un enfoque estratégico en la personalización y las colaboraciones con grandes nombres de la moda y la cultura pop.
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Un fenómeno impulsado por la comodidad y la personalización
En un mercado donde los consumidores buscan piezas que reflejen su individualidad, Crocs encontró un nicho clave con los Jibbitz, pequeños accesorios que permiten personalizar los zuecos al gusto del usuario. “La personalización ha sido clave para atraer a una amplia gama de consumidores que buscan reflejar su personalidad en su calzado”, explica Carolina Herrera, gerente de mercadeo de Crocs México.
Además, la pandemia trajo consigo un auge inesperado para la marca. La comodidad y el diseño práctico de los zuecos los convirtieron en una elección popular dentro del boom del homewear, una tendencia que prioriza prendas cómodas para el hogar y el trabajo remoto. Esto permitió que Crocs se posicionara no solo como un calzado funcional, sino como una declaración de estilo casual y relajado.
El salto de Crocs a la moda de lujo se dio a través de colaboraciones con diseñadores de renombre como Christopher Kane y Balenciaga. Estas alianzas introdujeron los zuecos en las pasarelas, desafiando los estereotipos de “zapato feo” y redefiniendo su percepción. “Colaboraciones con diseñadores y celebridades han sido fundamentales para posicionar a Crocs como un ícono de estilo”, afirma Herrera.
Modelos exclusivos, como los diseñados con Balenciaga, alcanzan precios de hasta 40,000 pesos, consolidando a Crocs como una marca que combina accesibilidad y lujo. Además, licencias con franquicias populares como Harry Potter, Hello Kitty y Disney han generado un público cautivo entre los fanáticos de la cultura pop, mientras que las ediciones especiales han captado la atención de los sneakerheads.
Crocs se afianza en el mercado masivo a partir del licenciamiento de algunas películas o personajes. Un ejemplo es Wicked, un filme de Universal que está por estrenarse en las salas de cine.(Foto: facebook/crocsmexico.)
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México, un epicentro para la marca
La estrategia multifacética de Crocs ha rendido frutos significativos. Durante el tercer trimestre del año, la compañía reportó ingresos por 858 millones de dólares, un crecimiento del 7.4% respecto al año anterior. En América del Norte, las ventas aumentaron un 2.1%, mientras que los mercados internacionales registraron un notable crecimiento del 15.5%.
México, en particular, se ha convertido en un mercado clave para la marca. Desde León, Guanajuato, Crocs realiza envíos a toda América Latina, consolidando su presencia en la región. “La respuesta positiva de los consumidores mexicanos ha hecho del país un pilar en la expansión y éxito continuo de la marca en la región”, señala Herrera.
El éxito de Crocs es un ejemplo de cómo una estrategia bien ejecutada puede transformar un producto funcional en un objeto de deseo. Desde George W. Bush hasta Justin Bieber y Bad Bunny, el calzado ha encontrado un lugar en los guardarropas de celebridades y consumidores comunes por igual.
