Dos especialistas consultados advierten que esta situación deja abierta un área gris en la regulación aduanera podría estar siendo utilizada para obtener ventajas competitivas poco éticas.
“Si existe un área gris de la regulación que alguien esté utilizando para sacar ventajas poco éticas, habría que sentarnos con la Secretaría de Economía y la industria nacional a analizarlo, a generar propuestas y a pedir que se aclaren con certeza esas áreas”, comenta Miguel Cos Nesbitt, presidente de la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM) a Expansión.
"Habría que ir al detalle de cada producto para revisar qué regulaciones o restricciones tienen y cuánto pagarían de arancel”, añade.
Bernardo Baranda, director para América Latina del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, califica el modelo de internación de estos vehículos como “desleal” hacia la industria nacional, ya que no genera un valor real en el sector. “Es necesario implementar medidas que fomenten la industria nacional, en lugar de simplemente importar los vehículos, hacer algunos ajustes y presentarlos como si no fueran completamente fabricados en China. Todos los componentes deberían producirse localmente para que realmente se considere una industria nacional”.
La preocupación actual recuerda el caso de las bicicletas importadas por partes. En su momento, los fabricantes nacionales presentaron pruebas de que esta práctica permitía evitar el pago de cuotas compensatorias. Como resultado, la Secretaría de Economía impuso medidas para frenar estas importaciones, garantizando una competencia justa.
Sin embargo, en el caso de los scooters y motocicletas eléctricas, aún no se ha iniciado una investigación formal. La proliferación de estos vehículos en el mercado mexicano se ha acelerado debido a su precio competitivo y a la creciente demanda de alternativas de movilidad sustentable.
Durante el primer semestre de 2024, el comercio entre México y China creció un 12.3%, y actualmente el 20% de las importaciones totales provienen del país asiático, según datos de la Secretaría de Economía. Sin embargo, a diferencia de los vehículos de pasajeros, no existen estadísticas específicas sobre la importación de scooters y motocicletas provenientes de China.
Los scooters y motocicletas eléctricas chinas han encontrado en México un terreno fértil para su expansión, impulsados por una relación comercial sólida y una demanda creciente de alternativas de movilidad eléctrica. No obstante, el desafío radica en establecer la clasificación correcta de estos vehículos para evitar evasiones fiscales y garantizar una competencia leal.
Cos Nesbitt advierte que, independientemente del origen del producto, “hay que cumplir con las regulaciones y restricciones no arancelarias y pagar los respectivos impuestos”.
De acuerdo con estimaciones de Mordor Intelligence, el mercado de scooters y motocicletas eléctricas en México alcanzará un valor de 1.03 mil millones de dólares en 2024 y se proyecta que llegue a 1.40 mil millones de dólares para 2029. Esto representa una tasa de crecimiento anual compuesta del 6.43% durante el período 2024-2029.