El puesto de Vázquez, en las calle Del Carmen, está a pie calle, como otros cientos desde Tepito hasta el Zócalo. Este cuadro de la ciudad se ha convertido en uno de los puntos donde las autoridades han arreciado los operativos en contra de la pirateria en el país.
Vázquez dice que más allá de afectarles, la proliferación de ‘plazas’ donde estos productos se comercializan se han convertido desde centros de competencia, hasta lugares en para surtir mercancías al mayoreo. “Aquí en el centro ya hay muchos chinos, ya parecen los dueños”, dice.
Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), señala que estos mercados ya son parte del sistema, “pero afortunadamente las autoridades han puesto mucho énfasis en perseguir los delitos de piratería y contrabando bronco. Están tomando acciones y lo aplaudimos, porque por cada juguete de esta naturaleza que se recoge, es la oportunidad de que se venda un juguete mexicano”, declara.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), comenta que han detectado que los juguetes pirata tienen un costo hasta 50% menor frente a los originales “eso les da cierta ventaja ante los compradores que están justos en presupuestos, porque los juguetes este año tienen un aumento hasta de 25% en su precio”, dice.
Aún con los esfuerzos de las autoridades, la venta de juguetes pirata se da en el mercado informal, sobre todo. En el Bazar de Navidad de la Río Blanco, uno de los más famosos de la alcaldía Gustavo A. Madero, entre los puestos de bebidas, como micheladas y algunos de comida, como alitas, destacan ropa y juguetes. En la madrugada del 6 de enero, en algunos de los puntos en donde convergen cruces de calles, se vuelve imposible caminar.
En los puestos es posible encontrar mercancía original y, en menor medida, puestos con juguetes pirata. Por ejemplo, un juego de mesa Basta tiene un costo de 200 pesos, cuando en tienda tiene un precio de 390 pesos. Las casas de Barbie se ofertan hasta en 700 pesos, mientras que en línea superan los 2,000 pesos.
La diferencia no solo está en el precio. “Esos juguetes están hechos de cartón y terminan en la basura”, dice una computadora en voz alta. Pese a la advertencia, hay quienes hacen oídos sordos y adquieren el producto.
Calidad cuestionable
Mientras avanza la noche, más personas llegan al tianguis. “Nos gusta venir porque si hay productos originales más baratos que en Walmart, solo hay que buscarle. También nos gusta porque hay muchos productos de colección, como los Funkos”, dice Frida Chávez, un a ama de casa que ayuda a los Reyes Magos con los regalos de sus hijos de seis y 16 años.
Los presidentes de AMIJU y Anpec no compartieron el impacto en los ingresos o el valor de los juguetes chinos que se venden en México. No obstante, Miguel Ángel Martín comparte que el 50% de las ventas de la temporada más importante para el sector se realiza en tiendas de autoservicio y departamentales, 15% en comercio electrónico, hasta un 25% en tianguis y mercados, mientras que el 10% restante en juguetes y farmacias.
Las cadenas también lo aprovechan. Además de opciones a compras a través de apartados o a meses sin intereses, Walmart de México inició con el despliegue de Juguetilandia en septiembre del año pasado. La empresa habilitó las jugueterías en todas sus tiendas y en 52 anexos en las tiendas, en los que en alianza con marcas, como Lego, complementan con espacios de interacción para niños y padres.
“Nos preparamos desde agosto para atender a los clientes, el espacio crece. Tan solo con los anexos, son 35,000 metros cuadrados de juguetería adicionales y es porque tenemos un catalogo más amplio con más de 80,000 productos”, dice Alejandra Buenrostro, directora de mercadotecnia de Walmart Supercenter y Walmart Express.
El presidente de la AMIJU proyecta que esta temporada las ventas de juguetes cerrarán con ventas por 1,820 millones de dólares para las ventas en el mercado local, cifra que representa el 65% de los ingresos anuales de este sector.