Las propuestas incluyen aranceles de entre el 10% y 20% a todas las importaciones; un arancel adicional del 10% sobre las importaciones chinas, sumando a los aranceles existentes; un 25% a todos los productos provenientes de México y Canadá; aranceles de hasta el 200% en ciertos automóviles extranjeros, y del 25% sobre productos de países cuyos ciudadanos ingresen ilegalmente a Estados Unidos. Además se proponen aranceles del 60% a productos de ciertos rivales extranjeros.
La política arancelaria de Trump se erige como una pieza central de su estrategia para revitalizar la economía estadounidense. Trump ha prometido ampliar las disposiciones de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos (TCJA) de 2017, una medida que, según un análisis de Ernst & Young (EY), podría costar aproximadamente 4.6 billones de dólares en un periodo de 10 años.
Entre las medidas fiscales propuestas destacan la eliminación de impuestos sobre horas extras, propinas y Seguridad Social, o la reducción de la tasa corporativa al 15% para la fabricación nacional, con un costo estimado de 3.8 billones de dólares en una década.
Trump reiteró en su discurso su plan de crear un "Servicio de Ingresos Externos" para recaudar aranceles e impuestos a la importación.
Un análisis de EY estima que la imposición de aranceles podrían impactar la competitividad de industrias clave como la automotriz, aumentando sus precios y reduciendo su atractivo en el mercado estadounidense. Además, el potencial endurecimiento de las políticas arancelarias podría afectar la inversión extranjera directa en México, un pilar fundamental para el crecimiento del sector.
Según Reuters, en una mesa redonda en el CES, el vicepresidente ejecutivo de Honda, Noriya Kaihara, dijo que dependiendo de los niveles arancelarios, "podríamos tener que considerar que tal vez estemos cambiando la ubicación de producción... de México a Japón, o de México a otro lugar".
"No hemos formalizado lo que podemos hacer, pero estamos elaborando lo que podremos hacer", añadió Kaihara.
El impacto de los aranceles propuestos por Trump sería significativo para la economía mexicana. Según un análisis de EY, si se imponen aranceles del 25% a todas las importaciones de mercancías procedentes de México y Canadá, el PIB real de México podría experimentar una caída del 1.5% en 2025.
Esta contracción económica se profundizaría en los años siguientes, alcanzando una disminución del 4.5% en 2026 y del 5.3% en 2027. Este deterioro económico sería consecuencia de la interrupción en las cadenas de suministro y del aumento de los costos de exportación hacia Estados Unidos, principal socio comercial de México.
Ricardo Aranda, maestro en Derecho Internacional, sostiene que la amenaza de un arancel general del 25% sobre todas las exportaciones mexicanas podría mitigarse “si se avanza en la discusión y atención de estas prioridades”. Las prioridades que el gobierno debe abordar son cada vez más claras: migración, el combate al uso y la introducción de sustancias ilícitas en Estados Unidos, y la relación comercial de la región con China”.
Estos temas, afirma, son clave para evitar un escenario comercial adverso. Sin embargo, observa que podría haber un cambio si se atienden estas prioridades. “Por ejemplo, aclarar dudas sobre la presencia china en México y su posible amenaza con productos que podrían llegar a Estados Unidos”.