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La reaparición de Trump en la presidencia amenaza la bonanza automotriz mexicana

El republicano mencionó que probablemente implemente el arancel de 25% a los productos importados de México y Canadá el 1 de febrero.
mar 21 enero 2025 09:37 AM
La reaparición de Trump en la presidencia amenaza la bonanza automotriz mexicana
No es la primera vez que el político republicano utiliza una política arancelaria para impulsar otros objetivos.

La industria automotriz en México enfrenta nuevamente un escenario de incertidumbre con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Aunque el mandatario se abstuvo de anunciar nuevos aranceles el primer día de su segundo mandato, mencionó que probablemente implemente el arancel de 25% a los productos importados de México y Canadá el 1 de febrero, argumentando que ambos países "están dejando a mucha gente por sus fronteras”.

No es la primera vez que el político republicano utiliza una política arancelaria para impulsar otros objetivos. En su anterior mandato, implementó aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio provenientes de México, Canadá y la Unión Europea, bajo el pretexto de seguridad nacional. Estas medidas fueron derogadas un año después de su imposición, a cambio de que México y Canadá implementaran un sistema de control sobre las importaciones para que no entraran a Estados Unidos metales provenientes de China a través de sus territorios.

A diferencia del primer mandato de Trump, donde las amenazas de aranceles se dirigieron a productos específicos como los vehículos, ahora abarcan todas las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. Según Ricardo Aranda, maestro en Derecho Internacional, implementar estas amenazas no solo contravendría el T-MEC —un acuerdo negociado por el propio Trump—, sino que también podría provocar un efecto inflacionario en el mercado estadounidense.

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Aranceles, un pilar de la política fiscal de Trump

Trump puede imponer aranceles sin la aprobación del Congreso utilizando leyes existentes, como la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que le permite actuar bajo el argumento de la seguridad nacional. También puede recurrir a la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, que le otorga poderes para tomar represalias contra prácticas comerciales injustas.

Las propuestas incluyen aranceles de entre el 10% y 20% a todas las importaciones; un arancel adicional del 10% sobre las importaciones chinas, sumando a los aranceles existentes; un 25% a todos los productos provenientes de México y Canadá; aranceles de hasta el 200% en ciertos automóviles extranjeros, y del 25% sobre productos de países cuyos ciudadanos ingresen ilegalmente a Estados Unidos. Además se proponen aranceles del 60% a productos de ciertos rivales extranjeros.

La política arancelaria de Trump se erige como una pieza central de su estrategia para revitalizar la economía estadounidense. Su propuesta combina una reducción significativa de impuestos para estimular la inversión y la producción nacional, con la imposición de aranceles a las importaciones, una medida que busca proteger a las industrias estadounidenses y compensar parcialmente la reducción de ingresos fiscales.

“Vamos a tributar a otros países para que enriquezcan nuestro país. Estamos habilitando el sistema tributario para cobrar impuestos a otros países”, afirmó el republicano en su discurso de toma de posesión.

Aranceles 2.0 y su impacto para México

Un análisis de EY estima que la imposición de aranceles podrían impactar la competitividad de los productos mexicanos, aumentando sus precios y reduciendo su atractivo en el mercado estadounidense. Además, el potencial endurecimiento de las políticas arancelarias podría afectar la inversión extranjera directa en México, un pilar fundamental para el crecimiento del sector.

Según el análisis de la consultora, si se imponen aranceles del 25% a todas las importaciones de mercancías procedentes de México y Canadá, el PIB real de México podría experimentar una caída del 1.5% en 2025.

Esta contracción económica se profundizaría en los años siguientes, alcanzando una disminución del 4.5% en 2026 y del 5.3% en 2027, como consecuencia de la interrupción en las cadenas de suministro y del aumento de los costos de exportación hacia Estados Unidos, principal socio comercial de México.

Un golpe a la competitividad del sector automotriz

Específicamente en lo que se refiere a las exportaciones de vehículos, México es altamente dependiente del mercado estadounidense. En 2024, el país ensambló 3,989,403 vehículos, de los cuales el 70% se envió al vecino país al norte, según datos de INEGI.

La imposición de un arancel de 25% por parte de Estados Unidos tendría un impacto disruptivo en las cadenas de suministro globales, especialmente en sectores como el automotriz, que dependen de una integración transnacional para mantener la eficiencia de costos.

En este escenario, las empresas podrían enfrentar la necesidad de reubicar parte de su producción, renegociar contratos con proveedores o buscar mercados alternativos para mantener su competitividad.

Según Reuters, en una mesa redonda en el CES, el vicepresidente ejecutivo de Honda, Noriya Kaihara, dijo que dependiendo de los niveles arancelarios, "podríamos tener que considerar que tal vez estemos cambiando la ubicación de producción... de México a Japón, o de México a otro lugar".

"No hemos formalizado lo que podemos hacer, pero estamos elaborando lo que podremos hacer", añadió Kaihara.

Desde la cancelación de la planta de Ford, en San Luis Potosí hace ocho años, en medio de las primeras amenazas arancelarias de Trump, no se han construido nuevas plantas armadoras en México. Tesla ha cancelado su proyecto de construir una planta en Nuevo León y los fabricantes chinos han puesto pausa a sus proyectos para construir plantas en el país.

Esta es la segunda vez que Trump busca devolver la producción de vehículos a Estados Unidos. En su primer mandato, el republicano también amenazó con imponer aranceles adicionales a las importaciones de automóviles. Su campaña de “Make America Great Again” prometió revertir la desindustrialización de Estados Unidos, impulsando el regreso de las fábricas a su suelo.

Sin embargo, las promesas de revitalización de la industria automotriz en Michigan no se concretaron. En 2016, en el mismo estado, Trump había dicho a sus seguidores que, si era elegido presidente, “recuperaría sus empleos” y que “no perderían ni una planta”. Pero a lo largo de su mandato, la industria de Michigan experimentó una caída en el número de empleos en la fabricación de vehículos y piezas, una tendencia que comenzó antes de la pandemia de covid-19, según los datos de la Oficina Federal de Estadísticas Laborales de ese país.

De hecho, algunas plantas emblemáticas cerraron, como la planta Warren Transmission de General Motors en 2019, mientras que otras, aunque mantuvieron sus operaciones, no vieron la expansión que Trump había prometido.

1 de febrero

A ocho años de distancia, el mandatario recurre a la misma táctica de amagar con la imposición de aranceles. Trump mencionó que probablemente implementará esta medida el 1 de febrero.

Aranda sostiene que la amenaza de un arancel general del 25% sobre todas las exportaciones mexicanas podría mitigarse “si se avanza en la discusión y atención de estas prioridades”. Las prioridades que el gobierno debe abordar son cada vez más claras: migración, el combate al uso y la introducción de sustancias ilícitas en Estados Unidos, y la relación comercial de la región con China.

Estos temas, afirma, son clave para evitar un escenario comercial adverso. “Por ejemplo, México tendrá que aclarar dudas sobre la presencia china en México y su posible amenaza con productos que podrían llegar a Estados Unidos”.

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