Ahora, Juan José Sierra enfrenta retos complejos, como la inseguridad, la formalización de micro y pequeñas empresas (MiPymes) y la necesidad de generar confianza en un entorno económico y político desafiante con el regreso de Donald Trump a la casa blanca.
Durante su discurso de toma de protesta, Sierra Álvarez dijo que su prioridad será el fortalecimiento de las MiPymes, que representan el 99% del tejido empresarial en México y son esenciales para el desarrollo económico del país.
Sierra Álvarez planteó una estrategia clara para su gestión basada en tres ejes principales:
Fortalecimiento de las MiPymes. Promoverá programas de capacitación en tecnología y educación financiera, así como esquemas de crédito con tasas competitivas. Además, trabajará en incentivos fiscales y procesos simplificados para fomentar la formalización, un desafío crítico en un país donde gran parte de las empresas opera en la informalidad.
Unidad empresarial. Con presencia en 105 ciudades a través de 71 centros empresariales y 34 representaciones, Coparmex reforzará la vertebración interna de la organización, promoviendo liderazgos locales que impacten en sus comunidades. Sierra destacó que estos centros son fundamentales para que las voces de los empresarios locales sean escuchadas a nivel nacional.
Diálogo tripartito. Recuperar y fortalecer la cooperación entre empresarios, trabajadores y gobierno será un pilar de su administración. Sierra enfatizó la importancia de establecer mesas de trabajo para temas clave como la reforma al Infonavit, garantizando la transparencia y el uso responsable de los recursos de los trabajadores.
El nombramiento de Sierra Álvarez llega en un momento crítico para México. La Coparmex, como voz del sector empresarial, jugará un papel clave en el diseño de políticas públicas que enfrenten desafíos como la inseguridad y la falta de competitividad.
El reto principal será equilibrar el diálogo constructivo con el gobierno, en un contexto donde las diferencias políticas pueden polarizar las agendas. Además, la efectividad de las estrategias planteadas dependerá de la capacidad de la patronal para integrar a más empresas al sector formal y consolidar su posición como un aliado confiable tanto para empresarios como para trabajadores.
En el presidium estuvieron destacados representantes del sector público, empresarial, sindical y social, como Rogelio Ramírez de la O, Secretario de Hacienda; Marath Baruch Bolaños, Secretario del Trabajo; José Medina Mora, presidente saliente de Coparmex; Francisco Cervantes, presidente del CCE; y líderes como Rodolfo González (CROM), Reyes Soberanis (Congreso del Trabajo) y Napoleón Gómez Urrutia (Sindicato de Mineros).
También participaron Patricia Peña y Maricela Pérez, en representación de micro y medianas empresas; Pedro Américo Furtado de Oliveira, director de la OIT para México y Cuba; y Rolando Vega, presidente del Consejo Mexicano de Negocios, junto con representantes de instituciones clave como la AMIS, ABM, COMCE y la Asociación de Instituciones Bursátiles.
Asimismo, estuvieron líderes sindicales como Fernando Espino (Metro) y Oscar Moreno (COCEM), así como figuras del sector social y religioso, incluyendo a Ramón Castro del Episcopado Mexicano y Rogelio Gómez Hermosillo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.