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Más de la mitad de los proyectos mineros en México están detenidos

El rumbo que tome el gobierno de Claudia Sheinbaum en los próximos años será clave para determinar si la minería mexicana podrá recuperar su dinamismo o si enfrentará una mayor contracción.
lun 24 febrero 2025 07:38 AM
Más de la mitad de los proyectos mineros en México están detenidos, esta es la razón
La disputa con la empresa estadounidense Vulcan Materials, cuya operación en Quintana Roo fue suspendida y cuyo terreno fue declarado área protegida, es uno de los casos más polémicos en torno a las concesiones mineras.

La industria minera mexicana atraviesa una etapa de incertidumbre debido a la política gubernamental de frenar el otorgamiento de nuevas concesiones y cancelar varias de las ya existentes. Estos cambios regulatorios, iniciados durante la administración de Andrés Manuel López Obrador y continuados bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum, han impactado el dinamismo del sector.

Hoy, más de la mitad de los proyectos mineros en el país, un 51% equivalente a 391 iniciativas, están en pausa. Una cifra que en 2019 apenas alcanzaba el 36.9%, según datos de la Cámara Minera de México (Camimex).

La decisión de no otorgar nuevas concesiones durante el mandato anterior fue anunciada como una medida para frenar abusos y proteger el territorio. Sin embargo, “lo que en un principio se presentó como una medida de protección terminó por redefinir el rumbo de una industria que depende de nuevos títulos para seguir avanzando”, apunta el último informe de la Camimex.

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La minería es fundamental para el funcionamiento de al menos 70 industrias, entre ellas la energética, acerera, automotriz, química, farmacéutica y de construcción, según estimaciones de la cámara. Su relevancia se ha incrementado en el contexto de la transición hacia modelos más sostenibles, ya que muchos minerales desempeñan un papel crucial en tecnologías limpias. Por ejemplo, el cobre, gracias a sus cualidades de conductividad, es esencial para los vehículos eléctricos, que requieren hasta cinco veces más de este material en comparación con los automóviles de gasolina.

Pero la reducción en el número de proyectos mineros operativos afecta directamente la disponibilidad de recursos esenciales. Con una menor oferta frente a una demanda creciente de sectores estratégicos, los precios de los minerales tienden al alza, lo que impacta también en los costos de los productos finales derivados de ellos.

A la falta de nuevas concesiones se suma la cancelación de proyectos en operación. En 2023, la Dirección General de Minas revocó nueve concesiones de litio de la empresa china Ganfeng Lithium, argumentando incumplimientos en los requisitos mínimos de inversión. Las concesiones anuladas abarcaban el mayor yacimiento proyectado de litio en el país, ubicado en Bacadéhuachi, Sonora.

Asimismo, la disputa con la estadounidense Vulcan Materials, cuya explotación en Quintana Roo fue suspendida y el área declarada protegida, ha generado preocupación en los inversionistas extranjeros.

Reformas y recortes presupuestales

En 2023, una reforma legislativa redujo el periodo de concesiones mineras de 50 a 30 años y modificó el proceso de adjudicación, estableciendo un sistema de concursos en lugar de la entrega automática. Además, el Servicio Geológico Mexicano (SGM) asumió mayores responsabilidades en exploración, una labor necesaria para identificar nuevos yacimientos, cuyo proceso puede tomar entre cinco y diez años.

Sin embargo, el SGM enfrenta limitaciones presupuestarias. El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2025 asigna 3,597 millones 932,049 pesos a este organismo, una reducción del 9.2% respecto al año anterior. Asimismo, el presupuesto destinado a la producción de información geológica se reducirá un 11.1%, pasando de 240 millones 126,157 pesos en 2024 a 213 millones 542,929 pesos en 2025.

Estos cambios, junto con la propuesta hecha por la administración de López Obrador de prohibir la minería a cielo abierto, generaron preocupación en el sector. Según la Camimex, el 60% del valor de la producción minero-metalúrgica nacional proviene de este tipo de minas. De llevarse a cabo la reforma constitucional en su forma actual, se estima una contracción económica de 250,000 millones de pesos anuales, equivalente al 1% del PIB nacional.

“Sería un error que tendría graves consecuencias en términos de empleo e ingresos fiscales, comprometiendo el desarrollo económico”, señaló el organismo en su momento.

La administración de Claudia Sheinbaum, a través de la Secretaría de Hacienda y la Ley de Ingresos de la Federación, propuso un aumento en los derechos sobre la minería en el país. La iniciativa contempla incrementar el derecho especial de 7.5% a 8.5% y el derecho extraordinario de 0.5% a 1.0%.

Aunque empresas como la canadiense Newmont, operadora de la mina Peñasquito en Zacatecas —una de las más grandes del país y destacada por su producción de oro y plata—, han señalado que cumplirán con las nuevas disposiciones, estas medidas representan un desaliento para el sector minero.

“Todo esto ha venido a enturbiar el panorama… no manda un mensaje optimista hacia la industria minera”, advierte Mario Hernández, socio de KPMG México.

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Un nuevo horizonte

Cuando Claudia Sheinbaum asumió la presidencia, el sector minero percibió un atisbo de esperanza. En una de sus conferencias matutinas en diciembre pasado, Sheinbaum habló de la necesidad de reconsiderar la prohibición de las minas a cielo abierto. “Las minas de arena, que fabrican cemento, son minas a cielo abierto; el litio, que nos importa mucho producirlo, también es minería a cielo abierto. Necesitamos revisar esta propuesta”, afirmó.

La declaración fue recibida con alivio por voces dentro de la industria. Ana López Mestre, de Newmont México, interpreta estas palabras como una señal positiva. “Esto nos habla de una apertura a analizar los temas con base en información y datos técnicos”, comenta. “Eso es muy positivo desde luego para el sector minero, pero en general para el sector privado y para el gobierno”, añade.

El diálogo también se ha retomado en otras instancias. La Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM) ha encontrado una disposición favorable en las reuniones con autoridades de la Secretaría de Economía y la Comisión de Minería en el Senado. “Vemos buena voluntad para resolver estos temas y avanzar con los permisos”, dice Rubén del Pozo, presidente de la AIMMGM.

Pese a los vaivenes políticos y económicos, la minería es una fuente relevante de ingresos para el país. Al cierre de 2023, fue el séptimo sector generador de divisas, con 19,638 millones de dólares, aunque un año antes ocupaba el sexto lugar. El desafío ahora no es solo mantener esta posición, sino demostrar que la minería moderna puede ser sustentable y respetuosa con el medio ambiente.

El estigma de una industria que depreda sin medida todavía pesa, pero los procesos actuales buscan minimizar el impacto ecológico. Sin embargo, para mostrar estos avances, es necesario que el sector reciba el respaldo institucional y regulatorio que permita atraer nuevas inversiones.

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