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Minería bajo la lupa. ¿Qué significa un segundo mandato de Trump para el sector?

Si queremos seguir siendo un jugador protagónico en la minería mundial, debemos reforzar nuestro atractivo para inversionistas más allá de Norteamérica.
jue 16 enero 2025 06:01 AM
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La colaboración entre el sector público y privado es clave para desarrollar una estrategia integral que no solo permita a la minería adaptarse, sino también aprovechar las oportunidades, considera Zulma Herrera.

Cuando Donald Trump ganó por primera vez la presidencia de Estados Unidos en 2016, muchos creímos que su retórica proteccionista era solo eso: retórica. Pero en 2018, su administración impuso aranceles al acero y al aluminio, iniciando una guerra comercial que sacudió los mercados internacionales, afectó a aliados estratégicos y tensó las relaciones a nivel global.

Para México, estos aranceles, impuestos bajo la Sección 232 de la Ley Comercial de 1962, supusieron un desafío crítico. Aunque en 2019 el país vecino cedió y levantó estas medidas, el impacto fue profundo y cambió para siempre nuestra relación comercial.

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Ahora, con el regreso de Trump a la Casa Blanca, las alertas vuelven a encenderse, especialmente en el sector minero mexicano.

Trump, ¿amenaza letal?

Trump ha planteado la posibilidad de imponer un arancel del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, como medida punitiva por la supuesta inacción de estos países frente a los problemas de migración y narcotráfico. Si esta amenaza se concreta, sería un golpe directo para la minería y nos obligaría a replantearnos nuestra estrategia frente a la competencia global. ¿Estamos realmente preparados para enfrentar un cambio tan radical en las reglas del comercio?

Si el magnate estadounidense decide cumplir sus promesas, las reglas del juego para nuestra industria cambiarían drásticamente. México es un proveedor clave de minerales estratégicos para Estados Unidos, como fluorita, estroncio y oro. Un arancel haría que nuestros minerales pierdan competitividad frente a los de otras regiones.

Por si fuera poco, los productos básicos para la minería, como el acero y el aluminio, también estarían bajo amenaza. Nuestro país es un importador clave de acero y una represalia comercial podría perjudicar a ambas naciones. Toda la región sufriría el impacto de precios más altos, afectando industrias como la automotriz, la construcción y la manufactura. En resumen, sería como un "disparo en el pie".

Frente al riesgo y la oportunidad

En lo que respecta al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), tiene programada una revisión en 2026, pero no sería extraño que Donald Trump intente una renegociación antes, usando los aranceles como ficha de cambio. Esto podría traer nuevas restricciones o incluso más obstáculos en el acceso de nuestros minerales al mercado estadounidense.

No obstante, no todo es una tormenta sin salida. En medio de los retos, también hay una oportunidad de oro para la minería mexicana: la diversificación de mercados. Dependemos en gran medida de Estados Unidos, pero Europa y Asia están abriendo puertas. Establecer relaciones comerciales más fuertes con estos continentes puede generar nuevas oportunidades para la minería mexicana.

Además, la inversión en tecnología y prácticas mineras sostenibles es otra forma de dar un golpe estratégico. La demanda de productos obtenidos de manera responsable está creciendo y México puede posicionarse como un líder en minería sostenible. Este enfoque no sólo respondería a las exigencias del mercado global, también podría atraer nuevos inversionistas, especialmente aquellos que buscan cumplir con estándares ambientales más estrictos.

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El gobierno debe adoptar una postura más proactiva. Es fundamental establecer políticas que fortalezcan nuestra industria y atraigan la inversión extranjera. La colaboración entre el sector público y privado es clave para desarrollar una estrategia integral que no solo permita a la minería adaptarse, sino también aprovechar las oportunidades.

Hoy más que nunca, la minería sostenible es un diferenciador. Las empresas que adopten prácticas responsables tendrán una ventaja competitiva, mientras que las que no lo hagan quedarán atrás. Si queremos seguir siendo un jugador protagónico en la minería mundial, debemos reforzar nuestro atractivo para inversionistas más allá de Norteamérica.

El segundo mandato de Trump podría ser uno de los mayores desafíos para la minería mexicana en décadas. Pero, si algo hemos aprendido a lo largo del tiempo, es que en tiempos de incertidumbre, los que se preparan son los que sobreviven. Y los que innovan, los que triunfan. México tiene una oportunidad única para redefinir su estrategia minera y fortalecer su presencia global. La clave está en actuar ahora, no esperar a que las cartas caigan del lado equivocado.

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Nota del editor: Zulma Herrera es CEO de Mynotauro Co. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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