Pemex, la mayor empresa de México, reportó una pérdida neta de 190,471 millones de pesos (9,121 millones de dólares) en el cuarto trimestre de 2024, frente a una ganancia de 5,050 millones de pesos (unos 246 millones de dólares) registrada en el mismo periodo del año anterior.
El resultado negativo fue impulsado por varios factores, incluidos los aumentos en el costo de ventas, un deterioro de activos fijos, mayores costos por instrumentos financieros derivados y pérdidas cambiarias.
A pesar de los contratiempos financieros, los ingresos de Pemex crecieron un 2.6% interanual, alcanzando los 436,633 millones de pesos. Este aumento se atribuye principalmente a la alza en los precios de las gasolinas y un mayor volumen de productos refinados exportados, que compensaron parcialmente los retos operativos de la empresa.
Por otro lado, la deuda financiera de Pemex continuó siendo un desafío significativo, cerrando el año con un monto de 97,600 millones de dólares, lo que refleja la carga financiera de la petrolera estatal en un entorno económico global incierto.
