Las justificaciones del gobierno estadounidense han sido cambiantes. Trump ha mencionado la lucha contra el fentanilo y la migración ilegal como razones para los aranceles, pero también ha argumentado que busca reducir el déficit comercial y proteger industrias clave como la automotriz y la maderera. Esta falta de claridad ha generado frustración en México y Canadá.
“El problema que hemos tenido es que no está claro lo que quiere el presidente estadounidense”, declaró Mélanie Joly, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá. “En conversaciones con Washington preguntamos qué es lo que buscan, y la respuesta es: ‘Estamos a punto de saberlo’”.
Mientras el gobierno de Claudia Sheinbaum ha mantenido una postura diplomática, en el sector privado las empresas han comenzado a tomar medidas para mitigar riesgos. Un ejemplo es Honda, que decidió trasladar la producción del modelo Civic de Guanajuato a Indiana para evitar la posible aplicación de aranceles.
Fabricantes de autopartes también están revisando sus cadenas de suministro. “Por si sí o por si no, a nosotros ya nos pidieron que buscáramos proveedores en México”, afirmó la responsable de compras de una empresa del sector, que prefirió omitir su nombre. Aunque actualmente adquieren materia prima en Querétaro, han comenzado a explorar opciones en Estados Unidos.
Otras empresas han optado por frenar nuevas inversiones hasta que la situación se aclare. Stefan Engleder, CEO de Engel, reconoció que la incertidumbre afecta el crecimiento económico. “El problema con esta incertidumbre es que la economía se desacelera porque nadie invierte. No se invierte cuando hay incertidumbre, entonces eso representa en sí un problema, pero esperemos que esto se resuelva”.
El impacto no se limita a la industria manufacturera. La posible aplicación de un arancel del 25% a las importaciones de tequila preocupa a productores en Jalisco. Melly Barajas, propietaria de la destilería Azteca Wines and Spirits, explicó que su negocio requiere planificación con meses de antelación, pero el clima actual ha frenado sus decisiones.
“Pues estamos asustados. Desde diciembre teníamos una proyección para el año siguiente, ya habíamos abierto la bolsa de trabajo, pero tuvimos que detener todo. Las chicas siguen esperándonos… no sabemos qué va a pasar”, comentó Barajas.
Ante la incertidumbre, algunos importadores han comenzado a sobreinventariar productos para evitar costos adicionales en el futuro. Luis Fernando Haro, director del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), señaló que las exportaciones mexicanas crecieron 5% en los primeros meses del año, superando el ritmo habitual del 3%, lo que podría deberse a compras anticipadas en Estados Unidos.
Sin embargo, el martes, primer día de aplicación de los nuevos aranceles, las exportaciones desde Ciudad Juárez a El Paso cayeron 40%, según Marcelo Vázquez, representante de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de México (ANIERM). “Se paró la movilidad de productos esperando algún acuerdo para desgravar las mercancías”, explicó.
Vázquez estimó que hay alrededor de 100 millones de dólares en productos mexicanos detenidos en la frontera, a la espera de una resolución. “Simplemente aquí están varadas las mercancías esperando que se reacomoden los aranceles”, señaló.
El impacto de la incertidumbre no se limita a México. Empresas estadounidenses que dependen de insumos mexicanos también están ajustando sus operaciones. Algunos fabricantes han incrementado sus inventarios, mientras que otros han comenzado a diversificar proveedores fuera de Norteamérica.
A medida que avanza el año electoral en Estados Unidos, el comercio bilateral sigue siendo un tema de negociación política. Analistas advierten que el futuro del T-MEC podría depender del resultado de las elecciones presidenciales, lo que prolonga la incertidumbre para las empresas que dependen del comercio transfronterizo.
“Las razones de Estados Unidos para los aranceles cambian constantemente”, admitió un funcionario mexicano. “Si no podemos identificar el problema, no podemos identificar la solución”.
Con información de Tzuara de Luna y Mara Echeverría