Volkswagen, Stellantis y otros 13 fabricantes de autos, junto con su asociación automovilística, fueron sancionados con una multa de 458 millones de euros (aproximadamente 495 millones de dólares) por la Comisión Europea, tras haber participado en un acuerdo anticompetitivo relacionado con el reciclaje de vehículos al final de su vida útil.
El organismo de defensa de la competencia de la UE determinó que las empresas involucradas acordaron no competir entre sí en la publicidad sobre el nivel de reciclaje de sus autos y evitaron divulgar la cantidad de materiales reciclados utilizados en los nuevos modelos.
Además, pactaron no pagar a las empresas de desguace por procesar los vehículos fuera de circulación, a pesar de que la legislación comunitaria obliga a los fabricantes a cubrir estos costos cuando sea necesario.