A diferencia de Walmart y otras firmas con mayor exposición internacional, Home Depot se ha protegido en años recientes al reducir su dependencia de China. Actualmente, menos de la mitad de sus productos provienen de fuera de América del Norte, y su CEO, Ted Decker, afirmó que en un plazo de 12 meses ningún país extranjero representará más del 10% de las compras de la empresa.
El compromiso de no subir precios le ha valido reconocimiento entre consumidores, pero genera interrogantes sobre su rentabilidad. De acuerdo con Sheraz Mian, director de investigación en Zacks Investment Research, si la compañía no traslada parte del impacto al consumidor, deberá absorber los costos adicionales, lo cual podría presionar sus márgenes.
Aun con estas presiones, Home Depot reportó ventas netas por 39,860 millones de dólares en el trimestre finalizado el 4 de mayo, superando los 39,310 millones estimados por analistas según datos de LSEG. No obstante, su ganancia ajustada por acción fue de 3.56 dólares, por debajo de las expectativas de 3.60.
En contraste con la cautela de otros minoristas frente al entorno comercial incierto, Home Depot mantiene sin cambios su previsión anual de ventas y utilidades, apoyada en una demanda constante de proyectos de mejora para el hogar y en un sólido desempeño de su unidad SRS Distribution.
Mientras Walmart advirtió recientemente que los precios al consumidor podrían aumentar debido a los aranceles, Trump sugirió que las empresas deberían “absorber” esos costos. La respuesta de Home Depot parece alinearse con esa expectativa, aunque con consecuencias logísticas y de surtido que podrían resentirse en sus tiendas.
Con información de Reuters